La barrida electoral chavista, que ha suprimido de un plumazo el Consejo
Nacional Electoral (CNE) y ha destituido a los dos rectores opositores, ha
impactado de lleno contra el proceso de primarias abierto en la oposición. La
revolución bolivariana busca en primer lugar desanimar al ya de por sí
desesperanzado electorado venezolano, para lo que además ha colocado a Cilia
Flores, mujer de Nicolás Maduro, al frente del comité preliminar de
postulaciones que debe elegir el nuevo CNE tras un proceso que se alargará
varios meses. La fecha elegida para las primarias opositoras es el 22 de
octubre.
La primera combatiente revolucionaria será así pieza clave para designar
al árbitro electoral de las presidenciales de 2024, a las que concurre su
marido al frente de la revolución. "Debe salir de manera urgente la
conformación de un nuevo CNE como está establecido en la ley y la
Constitución", sentenció Rodríguez, mano izquierda de Maduro y hermano de
la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
El parlamento bolivariano ha forzado en pocas horas la caída de los cinco rectores titulares y los diez suplentes a conveniencia de Miraflores, lo que incumple la legalidad venezolana, que considera al CNE un poder independiente al resto.
La operación política chavista provocó la primera dimisión en el seno de
la Comisión Nacional de Primaria (CNP), constituida por la oposición
democrática para liderar el proceso que debe elegir al rival de Maduro.
"Sin el CNE y sin los centros electorales es imposible hacer la elección
primaria de manera extendida", aseveró el historiador Rafael Arraiz.
Sabedores del terremoto provocado en sus filas, los miembros de la CNP
dieron la cara para comunicar al país que su cronograma sigue adelante.
"Avanzaremos con la organización de una primaria autogestionada",
aseguró su presidente, Jesús María Casal.
"Maduro generó una crisis institucional en el CNE para intentar
implosionar las primarias. La decisión tomada por la CNP es la correcta",
respaldó Henrique Capriles, el candidato opositor que más había apostado por el
apoyo del CNE, frente a la gran favorita, María Corina Machado, partidaria
desde el inicio de la autogestión opositora.
La CNP se ha puesto manos a la obra para encontrar los centros de
votación necesarios para sustituir a los 5.000 colegios pactados hace apenas
una semana con el CNE. La recolección de fondos se realizará a través de rifas
electrónicas. "También muy pronto tendremos nuestra web y ahí tendremos
herramientas para aportar a la primaria", certificó Casal.
"Lo importante es avanzar, a pesar de los que buscan torpedear
desde adentro y desde afuera", resumió el politólogo Walter Molina.
Torpedos que van y vienen y que tienen en el centro de su diana la
composición del nuevo árbitro electoral, que se teme romperá la proporción
actual (tres oficialistas, dos opositores) alcanzada en las negociaciones de
México con el visto bueno internacional. Entre los diputados que secundarán a
Cilia Flores en la elección del nuevo CNE destacan José Gregorio Correa,
perteneciente a la escisión proMaduro de la opositora Acción Democrática (AD),
y Luis Romero, secretario general de Avanzada Progresista, que forma parte del
bloque 'opositor' auspiciado por José Luis Rodríguez Zapatero para favorecer a
Maduro. Romero participó en la polémica reunión de los tres líderes de este
bloque en Madrid con José Manuel Albares, ministro español de Exteriores, en el
último giro de tuerca realizado por el gobierno de Pedro Sánchez con respecto a
Venezuela.
Tal y como ha adelantado Maduro en numerosas ocasiones, su estrategia pasa por otorgar un puesto en el CNE a los colaboracionistas y arrebatárselo así a la oposición democrática (El Mundo, texto do jornalista DANIEL LOZANO)
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