quinta-feira, julho 20, 2023

El régimen iraní busca ampliar sus lazos con Venezuela, Cuba y Nicaragua

"Somos amigos en tiempos difíciles". El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, fue recibido en Caracas con los brazos abiertos por su colega venezolano, Nicolás Maduro, en la primera escala de una gira regional incluye Cuba y Nicaragua, cuyo presidente, Daniel Ortega, defendió en febrero el derecho de Teherán a tener armas nucleares. La visita, explicó el Gobierno venezolano, busca "fortalecer las alianzas estratégicas" que se basan "en los principios de amistad, solidaridad y respeto mutuo". La retórica diplomática dio luego paso a los 25 acuerdos conjuntos en las áreas de petroquímica, minería, salud, educación, entre otras. Según Iran Press, el propio Raisí dijo que el volumen del comercio entre los dos países pasó en los últimos dos años de 600 millones de dólares a más de 3.000 millones de dólares y podría llegar a 20.000 millones.

El anfitrión aseguró haber sostenido "una amena e importante reunión de trabajo" con Raisí. Los dos países comparten el deseo de "avanzar" por "el camino del desarrollo compartido”. Irán, dijo Maduro, "está jugando un papel estelar como una de las potencias emergentes más importantes del mundo nuevo ¡Juntos seremos invencibles!".

Creador de "oportunidades"

Raisí tomó luego la palabra y remarcó el grado de coincidencias frente a un "sistema de dominación que han unido a los pueblos de estos dos países". Sostuvo al respecto que el régimen teocrático "ha sabido convertir las presiones y sanciones en oportunidades y de esta manera ha creado diversas capacidades que está dispuesto a compartir con la nación de Venezuela".

Respuesta a Trump

Su llegada coincidió con la respuesta de Maduro a recientes declaraciones de Donald Trump. "Cuando me fui, Venezuela estaba lista para colapsar. La habríamos tomado, hubiésemos conseguido todo ese petróleo", dijo el expresidente de Estados Unidos. Trump, sostuvo Maduro, "declaró su crimen, un crimen de lesa humanidad contra el pueblo de Venezuela". Durante esos años, Washington medía con la misma vara del rechazo a Irán y Venezuela. Los dos países son miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y, además, objeto de sanciones estadounidenses que erosionan su economía.

"Nuestra posición común con estos tres países es la oposición al sistema hegemónico y unilateral", había dicho Raisí en una referencia a Washington, antes de iniciar su gira, la primera a América Latina desde que asumió el cargo, en 2021. Para Teherán, las relaciones con Venezuela, Cuba y Nicaragua son "estratégicas". El viaje supondrá "un punto de inflexión" en la profundización de sus lazos. 'Granma', el órgano oficial del Partido Comunista cubano lo llamó "distinguido visitante".

Raisí no hace más que retomar la senda abierta durante la primera década del siglo XXI por Mahmud Ahmadineyad, quien tuvo relaciones de cercanía con el extinto mandatario Hugo Chávez y estuvo tres veces en la región. Por entonces, Irán abrió embajadas en Bolivia, Colombia, Chile, Nicaragua, a partir del regreso de Daniel Ortega al poder, en 2007, San Vicente y Granadina y en el Ecuador de Rafael Correa.  La última visita de un presidente iraní a Venezuela data de 2016, con Hassan Rohaní.

Socorros mutuos

El chavismo y luego el madurismo siempre consideraron a Teherán un puntal de su política exterior, al punto de darle un lugar en Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).  Maduro tenía sus razones para darle al visitante una recepción acorde a su condición de aliado. De hecho, Irán acudió en ayuda de su Gobierno en 2020 cuando, como consecuencia de las sanciones norteamericanas y los manejos internos de la economía, el país sufrió una fuerte escasez de combustible. En plena pandemia, los buques iraníes llevaron al puerto venezolano 1,5 millones de barriles de gasolina e insumos para tratar de reactivar las refinerías.

Maduro estuvo en Teherán en junio de 2022. Allí destacó los intereses comunes "en los campos de defensa, energía, petróleo, gas, refinerías y el sector petroquímico". El viaje de Raisí fue cuidadosamente preparado. De hecho, en febrero pasado había estado en Caracas el jefe de la diplomacia iraní, Hosein Amir-Abdollahian. Maduro le dio un lugar de privilegio en su agenda. Ambos dejaron sentado el rechazo "a las presiones externas".

Derechos humanos

El Palacio de Miraflores nunca ha modificado su posición respecto a lo que sucede en Irán. El 24 de noviembre pasado, el Consejo de Derechos Humanos de ONU realizó una sesión extraordinaria para abordar "el deterioro de la situación de los derechos humanos" en ese país, “especialmente con respecto a las mujeres y los niños".

La reunión se realizó como consecuencia de la cruenta represión contra manifestantes en Irán derivadas de la muerte de la joven Mahsa Amini a manos de las fuerzas de seguridad iraníes. Alemania e Islandia encabezaron la petición de investigación, con el respaldo de 17 Estados miembros. Venezuela y Cuba no acompañaron la petición de una sesión extraordinaria, a diferencia de Argentina, México y Paraguay (El periodico, texto do jornalista Abel Gilbert)

Sem comentários: