El ingreso que obtendrá el cosechero por ventas en
la última semana, la 50, alcanza los 0,44 euros por kilo, tras caer el precio
en origen el 36% en siete días; la cantidad retornada al productor a duras
penas cubre el 50% del coste agrícola; la previsión indica empeoramiento, con
cuatro semanas críticas por delante. El plátano de Canarias se queda sin las
alegrías tradicionales de las navidades y los Reyes. Una vez más, pues se trata
de un comportamiento habitual en estas fechas, las semanas del mes de diciembre
y parte de enero juegan una muy mala pasada a los cosecheros locales de
plátanos, que tienen que padecer el hecho de que su fruta expedida a la
Península obtenga bajísimos precios al por mayor y en verde o incluso se
aproxime al abismo de casi no tener cotizaciones.
La culpa, como casi siempre: el desequilibrio entre la oferta y la demanda (casi nadie compra plátano en estas fechas y las islas mandan ahora a la semana seis millones de kilos) y la competencia de la banana, siempre más asequible por barata, con un euro por kilo menos que el plátano en el precio de compra final, como diferencia más habitual en los mercados del resto de España.
Es lo que se ha venido manifestando con fuerza
estas semanas de diciembre de 2025, sin soluciones por parte de la organización
Asprocan, y lo que ya se ha confirmado como auténtico derrumbe de las
cotizaciones en las semanas 49 y 50, sobre todo esta última, para la que el
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en su Informe Semanal
de Coyuntura, ofrece un precio en origen para el plátano de solo 0,44 euros por
kilo, siempre para las calidades superiores, las que se exportan a la Península.
Ese valor promedio se halla entre los peores
registros semanales logrados en el verano de este año, la gran crisis de
cotización precedente en este ejercicio anual. Si se confirma esta dinámica de
caída sin freno, los precios medios en origen para las semanas venideras se
parecerán más a los del mismo periodo de 2023 que a los del año pasado, 2024;
esto es, se avecina un derrumbe en toda regla. Queda por ver luego cómo será la
recuperación de las cotizaciones al por mayor y en verde, con el esperado realce
de la demanda tras la vuelta a la normalidad una vez se sortee el día de Reyes.
Ese promedio de liquidación final al agricultor,
lo que el productor local recibe en su cuenta bancaria antes de asumir los
costes de la actividad en finca (lo demás ya está descontado), es una auténtica
ruina, pues apenas cubre el 50% del gasto total en explotación, este en la
horquilla de 0,70 a 0,80 euros por kilo.
Además, con ese precio medio de retorno final al agricultor por las cantidades de fruta vendidas en la semana 50, del 8 al 14 de diciembre pasado, no se garantiza ni la obtención de un pequeño rendimiento por la actividad agrícola tras la suma de la ayuda directa del plátano que se abona con fondos de la Unión Europea (UE) dentro del programa Posei, con un máximo a percibir de 0,33 euros por kilo (ficha financiera anual de 141,1 millones de euros). En los años 2025, 2026 y 2027, ya con el nuevo histórico definido (el que resulta del cálculo realizado con el nuevo decreto de reparto de los apoyos directos de esta fruta), aquel abono será algo menor de 0,33 euros por kilo por la superación de la marca de 420 millones de kilos al año.
Decisiones adoptadas para la semana navideña
En su reunión de este viernes, la Comisión de
Seguimiento de Mercado de la organización Asprocan confirmó que los envíos a la
Península esta misma semana, la 51 (15-21 de diciembre), alcanzaron los 6,45
millones de kilos finales, tras haberse previsto una cantidad inicial de 6,5.
En cambio, para la semana que entra, la 52 (la navideña pura), se ha fijado
como cifra de embarque la misma, de 6,5 millones de kilos, pero con una marca
de corte de 7,45 millones.
Por lo tanto, hay un millón de kilos al que habrá
que buscarle destino. Lo tradicional en estos casos es mandar a Marruecos,
ofrecer al Banco de Alimentos (beneficencia), las retenciones en finca o bien
la pica (destrucción de fruta) real. A partir de la semana 1, que ya es la
siguiente a la de Navidad, la marca de corte prevista ronda los siete millones
de kilos semanales.
En la coyuntura actual de mercado en la Península (el destino casi único del género isleño), la del desplome de los precios pagados al por mayor y en verde por la fruta de origen canario, los agentes comercializadores locales reconocen que están vendiendo a lo que se pueda, sin precio más o menos normalizado, salvo los de los acuerdos ya establecidos con la gran distribución minorista. Son malos tiempos para obtener ganancias por parte del agricultor platanero canario, por lo menos hasta bien entrado el mes de enero próximo, cuando se espera la remontada (El Diario, texto do jornalista Román Delgado)

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