terça-feira, abril 30, 2013

Leia o Documento de Estratégia Orçamental

- Documento de Estratégia Orçamental 2013-2017 [formato PDF] 
- Quadros anexos [formato PDF]

Opinião: "El debate sobre la deuda, el crecimiento y la austeridad"



"En mayo de 2010, publicamos un artículo académico titulado Crecimiento en una época de deuda, cuya conclusión principal, usando datos de 44 países a lo largo de 200 años, era que tanto en los países ricos como en los que están en vías de desarrollo, los elevados niveles de deuda pública —concretamente, una deuda pública bruta equivalente al 90% o más de la producción económica anual de un país— se asociaban con unos índices de crecimiento considerablemente más bajos.

Teniendo en cuenta los debates que están teniendo lugar en el mundo industrializado, desde Washington hasta Londres pasando por Bruselas y Tokio, sobre la mejor manera de recuperarse de la Gran Recesión, ese artículo, junto con otras investigaciones que hemos publicado, ha sido citado con frecuencia —y, a menudo, de forma exagerada o tergiversada— por políticos, analistas y activistas de todo el espectro político. La semana pasada, tres economistas de la Universidad de Massachusetts, en Amherst, publicaron un artículo que criticaba nuestros hallazgos. Descubrieron correctamente un error de codificación en una hoja de cálculo que nos llevó a calcular mal los índices de crecimiento de países altamente endeudados desde la Segunda Guerra Mundial. Pero también nos acusaron de cometer “graves errores” derivados de la “exclusión selectiva” de datos relevantes y de una “ponderación poco convencional” de las estadísticas, que son unas acusaciones que rechazamos categóricamente. (En el apéndice que acompaña a este trabajo, solo disponible en Internet, explicamos las cuestiones metodológicas y técnicas que son objeto de discusión.)

Nuestra investigación, e incluso nuestros méritos y nuestra integridad, han sido atacados con virulencia en los periódicos y en la televisión. Los dos hemos recibido mensajes por correo electrónico llenos de odio, e incluso amenazantes, en algunos de los cuales se nos culpa de los despidos de funcionarios, de los recortes en los servicios públicos y de las subidas de impuestos. Como economistas universitarios de carrera (el único servicio público de alto nivel que hemos prestado ha sido en el departamento de investigación del Fondo Monetario Internacional), estos ataques nos parecen un triste comentario sobre la politización de la investigación en las ciencias sociales. Pero nuestras opiniones no son lo que importa aquí.

Los autores del informe que se publicó la semana pasada —Thomas Herndon, Michael Ash y Robert Pollin— afirman que nuestras “conclusiones han servido de baluarte intelectual para apoyar la política de austeridad”, e instan a los legisladores a “reconsiderar el plan de austeridad tanto en Europa como en EE UU”.

Una reconsideración ponderada de la austeridad es el camino responsable para los legisladores, pero no por las razones que indican los autores. Sus conclusiones son menos espectaculares de lo que a ellos les gustaría hacerles creer. Nuestro estudio de 2010 descubrió que, a largo plazo, el crecimiento es aproximadamente un punto porcentual más bajo cuando la deuda es del 90% o más del producto interior bruto. Los investigadores de la Universidad de Massachusetts no rebaten esta conclusión fundamental, que varios investigadores han explicado con más detalle.

Los estudios académicos sobre la deuda y el crecimiento se han centrado durante algún tiempo en identificar la causalidad. ¿La deuda elevada refleja meramente unos ingresos fiscales menores y un crecimiento más lento? ¿O perjudica la deuda elevada al crecimiento?

Siempre hemos opinado que la causalidad se observa en ambas direcciones, y que no existe ninguna regla válida para todas las épocas y para todos los lugares. En un informe publicado el año pasado con Vincent R. Reinhart, analizamos prácticamente todos los episodios de deuda elevada prolongada en las economías avanzadas desde 1800, y en ningún lugar afirmábamos que el 90% fuera un umbral mágico que transforma los resultados, como han dado a entender los políticos conservadores.

Sí descubrimos que los episodios de deuda elevada (90% o más) eran poco frecuentes, largos y costosos. Solo había 26 casos en los que la relación deuda/PIB superara el 90% durante cinco años o más; el periodo medio de deuda elevada era de 23 años. En 23 de los 26 casos, el crecimiento medio era más lento durante el periodo de deuda elevada que en los periodos con unos niveles de deuda más bajos. De hecho, las economías crecían a una tasa media anual de aproximadamente el 3,5% cuando la relación era inferior al 90%, pero solo a un ritmo del 2,3% de media con unos niveles de deuda relativa más elevados.

(En 2012, la relación deuda/PIB fue del 106% en EE UU, del 82% en Alemania y del 90% en Gran Bretaña; en Japón la cifra es del 238%, pero Japón es en cierta manera excepcional porque son sus habitantes los que poseen casi toda la deuda y es un acreedor del resto del mundo.)

El hecho de que los episodios de deuda elevada duren tanto indica que no se deben, como sostienen algunos economistas liberales, simplemente a unas recesiones en el ciclo económico.

En Esta vez es distinto, nuestra historia de 2009 sobre las crisis financieras a lo largo de ocho siglos, descubrimos que cuando la deuda soberana alcanzaba unos niveles insostenibles, también lo hacía el coste de endeudamiento, suponiendo que fuera siquiera posible obtener préstamos. La actual situación a la que se enfrentan Italia y Grecia, cuyas deudas se remontan a principios de la década de 1990, mucho antes de la crisis financiera mundial de 2007-2008, corrobora este punto de vista.

Esta discusión con carga política, especialmente intensa en la última semana más o menos, ha equiparado falsamente nuestro hallazgo de una asociación negativa entre la deuda y el crecimiento con un llamamiento inequívoco a la austeridad.

Estamos de acuerdo en que el crecimiento es un objetivo difícil de alcanzar en épocas de deuda elevada. Sabemos que recortar el gasto y aumentar los impuestos es difícil en una economía con un crecimiento lento y un desempleo persistente. La austeridad raras veces funciona sin unas reformas estructurales —como por ejemplo cambios en los impuestos, en las normativas y en las medidas relacionadas con el mercado laboral— y si se diseña mal, puede afectar de una forma desproporcionada a los pobres y a la clase media. Nuestro consejo habitual ha sido evitar que se retire el estímulo fiscal demasiado rápidamente, que es una postura idéntica a la que mantienen la mayoría de los economistas convencionales.

En algunos casos, hemos sido partidarios de unas propuestas más radicales, entre las que se incluye la reestructuración de la deuda (una expresión educada para una suspensión de pagos parcial) pública y privada. Dichas reestructuraciones ayudaron a resolver el aumento de la deuda durante la Primera Guerra Mundial y la Depresión. Y durante mucho tiempo hemos estado a favor de amortizar la deuda soberana y la deuda principal de los bancos en la periferia europea (Grecia, Portugal, Irlanda y España) para impulsar el crecimiento.

En EE UU, abogamos por la reducción del principal de la hipoteca en las viviendas en las que la hipoteca es más alta que el valor de la casa. También hemos escrito sobre unas soluciones plausibles que implican una inflación moderadamente más elevada y una “represión financiera” (reducir los tipos de interés ajustados a la inflación, lo que equivale en realidad a gravar a los tenedores de bonos). Esta estrategia contribuyó a las significativas reducciones de la deuda que siguieron a la Segunda Guerra Mundial.

En resumidas cuentas, muchos países de todo el mundo tienen unas deudas públicas extraordinariamente elevadas según criterios históricos, especialmente cuando se tienen en cuenta los programas de ayuda médica y de ayuda a la tercera edad. La eliminación de esas cargas de la deuda implica normalmente una transferencia, a menudo dolorosa, de los ahorradores a los prestatarios. Esta vez no es diferente, y el último follón académico no debería desviar nuestra atención de ese hecho" (texto de Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff, profesores de Harvard, Traducción de News Clips. Copyright del New York Times News Service 2013, publicado no El Pais, com a devida vénia)

Que reforma do estado será imposta aos portugueses?



(fonte: Expresso, com a devida vénia)

Opinião pessoal: "Nova UGT?"



"Mais do que a simples mudança de secretário-geral, o último congresso da UGT marcou essencialmente a tentativa da central sindical afecta ao PS e ao PSD - maioritariamente a corrente socialista - de reocupar um espaço novo na sociedade portuguesa, de se adaptar a uma nova realidade económica e social e de se mobilizar, de forma diferente, substancialmente diferente, às novas exigências determinadas pelo impacto da crise que nos destrói um pouco cada dia que passa.
É mais do que óbvio que o movimento sindical português, a exemplo do que acontece em praticamente todos os países europeus, pouco ou nada tem de independente, já que vive na sombra de influências político-partidárias que não abdicam de marcar o seu terreno de actuação, de influência e de manipulação no complexo mas importante movimento sindical. Aliás, basta olhar para a realidade também do movimento sindical na Madeira, desde a USAM à UGT local passando pelos diferentes sindicatos ligados a qualquer das duas facções, para percebermos que essa ligação umbilical entre partidos de esquerda e dirigentes sindicais é inegável. Aliás, percebe-se que o PCP consegue a proeza de saber alargar essa sua capacidade de manipulação e de influência - que lhe reforça a importância social, mais do que a influência eleitoral e politica na sociedade portuguesa - a movimentos apresentados como de cidadãos ou de utentes - caso dos utentes da saúde, dos reformados e pensionistas, etc - garantindo deste modo o controlo desses movimentos de contestação e uma presença assídua na comunicação social com todas as mais-valias daí resultantes. Basta que as pessoas comparem as tomadas e posição desses movimentos com as posições públicas e políticas do PCP para se perceber essa relação umbilical que depois se confirmam com as candidaturas eleitorais. 
A CGTP- Intersindical é claramente um braço-armado do PCP, existindo uma profunda cumplicidade entre os dirigentes da central sindical e as estruturas dirigentes do PCP. É impensável qualquer mudança na estrutura hierárquica da Intersindical sem a voz de comando do PCP, sem que os comunistas acordem com as mudanças propostas. É impensável que a Intersindical eleja um líder sem o aval do PCP e sem que esse dirigente sindical seja militante comunista. Na UGT essa dependência pode não ser tão acentuada como a Intersindical, mas é sabido que o secretário-geral agora substituído, João Proença, foi deputado do PS e foi sempre dirigente socialista. Foi institucionalizada, como é sabido, uma partilha de poder com a corrente sindical afecta ao PSD - que elegeu o Presidente da UGT - embora não se possa afirmar que essa dependência político-partidária seja tão acentuada como a que existe entre a CGTP e o PCP. 
Fernando Pessoa escreveu (Ideias Filosóficas) que "um sindicato ou associação de classe — comercial, industrial, ou de outra qualquer espécie — nasce aparentemente de uma congregação livre dos indivíduos que compõem essa classe; como, porém, quem não entrar para esse sindicato fica sujeito a desvantagens de diversa ordem, a sindicação é realmente obrigatória. Uma vez constituído o sindicato, passam a dominar nele — parte mínima que se substitui ao todo — não os profissionais (comerciantes, industriais, ou o que quer que sejam), mais hábeis e representativos, mas os indivíduos simplesmente mais aptos e competentes para a vida sindical, isto é, para a política eleitoral dessas agremiações (…) Não tendo uma verdadeira base de liberdade, o sindicato não coordena a classe como indivíduos; não tendo nunca uma direcção profissionalmente superior, o sindicato não coordena a classe como profissionais; não tendo outro fim senão o profissional e o económico, o sindicato não coordena a classe como cidadãos".

Hoje, passado o Congresso da UGT, e expectativa centra-se na postura que a central sindical passará a adoptar com a nova liderança que já deu sinais de estar pouco receptiva a aceitar acordos ou entendimentos com o governo de coligação, como o fez Proença, a qualquer preço. A UGT, apesar da cumplicidade evidenciada por Proença para com o poder, foi sempre olhada, nesta conjuntura de crise social, como uma central sindical cúmplice e manipulável pelo poder, disposta a assinar acordos a troco de protagonismo mediático que acabou por não lhe propiciar as desejadas mais-valias. Na rua, que é cada vez mais onde tudo se decide, a UGT perde para a Intersindical de forma mais do que evidente.

Para este governo de coligação existem duas ameaças reais que são pesadelos constantes: por um lado a perspectiva de um entendimento entre UGT e Intersindical, para acções de rua, o que seria desastroso para a estabilidade social e para o governo de coligação, cada vez mais fragilizado e temeroso das ameaças de manifestações de revolta popular, sobretudo devido aos riscos - que esperemos, assim espero e desejo não se concretizem - de comparativamente com Portugal, transformar tudo o que se passa na Grécia como uma mera história de quadradinhos. O segundo pesadelo desde governo tem a ver com a ameaça da UGT de denunciar o acordo de concertação social e de radicalizar as suas posições, caso o governo persista numa política radical de cortes cegos na despesa pública e de imposição da sua vontade, transformando a concertação social numa palhaçada. 
Neste momento pouco importa o discurso de João Proença quando abandonou a liderança da UGT. O essencial é olhar para as ideias expressas pelo novo secretário-geral da central, o socialista XXX, e perceber as suas intenções e a perspectiva que ele tem do movimento sindical, do seu papel na sociedade, das relações com o poder e das ligações com os partidos políticos, etc. Da sua intervenção final no congresso retive algumas ideias que deixam mas interrogações no ar, que respostas:

- a uma Central sindical só se exige que defenda, com todas as suas forças e ânimo, os direitos daqueles que representa – e a UGT só representa trabalhadores

- O que é o superior interessa nacional? Quem o determina? Quando é invocado, a quem pretende defender? E quando esse dito superior interesse nacional eventualmente colidir com direitos dos cidadãos e cidadãs trabalhadoras do meu país, fragilizando as suas relações, conduzindo-os ao empobrecimento, retirando-lhes benefícios sociais, diminuindo-lhes salários, agravando-lhes a sua carga fiscal de forma injusta e insensível, qual deve ser a posição de uma central sindical que só representa trabalhadores? Perdoem-me aqueles que de mim possam discordar, mas a UGT deverá estar sempre do lado dos trabalhadores – esse deve ser para nós, sindicalistas, o superior interesse nacional

- Se tivermos de decidir entre a espada e a parede, entre a defesa intransigente dos direitos dos trabalhadores e os credores que nos emprestam dinheiro, a UGT não pode vacilar, porque sabe que a essência da sua existência é defender e representar aqueles que trabalham e que confiam na acção do movimento sindical como último reduto na defesa dos seus direitos;

- Os cidadãos não são números. São pessoas;

- Diálogo social e político tripartido implicam disponibilidade e generosidade de todos os parceiros sociais, em particular do Governo para encontrar soluções concertadas. Ainda há poucos dias, o governo ignorou novamente os parceiros sociais, recusando partilhar connosco as novas medidas propostas à tróica, sem qualquer diálogo, negociação ou discussão prévias. Esta é para nós uma postura inaceitável. Não pode ser um jogo de espelhos. Não aceitamos a política do “quero, posso e mando”;

- As políticas de austeridade que temos vivenciado nos últimos dois anos arrasaram com as esperanças de milhões de portugueses e confirmou-se a sua falência. Há que mudar de agulha nas políticas;

- O autismo ou o desprezo não são formas de respeitar as opiniões diferentes. E hoje assistimos a movimentos de cidadãos e organizações que sentem necessidade de fazer ouvir a sua voz. E se outro sítio não conseguem, escolhem a rua que é a sede do povo, da arraia miúda. 
Uma nova UGT? responda quem souber" (LFM-JM)

Opinião pessoal: "DIA D? DE DESGRAÇA…"


O governo reúne-se hoje em Conselho de Ministros para tentar aprovar – supostamente em continuidade do que fez numa polémica anterior reunião – o pacote de medidas que darão corpo ao tão falado (e polémico) corte da despesa pública e que parecem estar a ser a causa de fortes divergências no seio do governo – o que significa que, finalmente, alguns ministros do PSD assumiram a sua identidade e deixaram-se de alinhar com asquerosas ditaduras tecnocratas impostas por incompetentes funcionários bancários, apoiados por políticos de uma confrangedora mediocridade, uns e outros pateticamente convencidos que são iluminados e que se acham no exercício de uma missão messiânica por incumbência divina.
Confesso muito sinceramente que estou com algum receio sobre o que poderá sair deste conselho de ministros, quer em termos de propostas de redução da despesa pública, que significarão mais austeridade criminosa e bandalha, quer em termos de agravamento de tensões políticas que já todos perceberam que terão que se travadas, sob pena deste governo de coligação correr o risco de se desintegrar rapidamente e de originar uma crise política no país.
Aliás, a propósito, a desconfiança dos portugueses cresceu este fim-de-semana quando se ficou a saber que a Comissão Europeia concedeu à Espanha mais dois anos (até 2016) para conseguir alcançar as metas do défice das contas públicas, contrastando com o que se passa com Portugal – obrigado a fazê-lo até 2014 – situação intrigante que coloca duas questões concretas. Ou o incompetente e desacreditado governo de coligação não tem tido capacidade de negociar com a tróica, a exemplo do que fez a Espanha – que só para resolver os problemas da banca recebeu ajuda externa de mais de 70 mil milhões de euros… - ou não o quer fazer ou simplesmente opta assumidamente por uma vergonhosa situação de submissão total face aos boches e a Merkel que envergonha os portugueses e ofende a dignidade colectiva deste povo. Responda quem souber…
Relativamente à reunião ministerial de hoje, lembro, citando o que foi noticiado pela comunicação social mais atenta às diatribes políticas deste governo de coligação lisboeta, que "as propostas de Vítor Gaspar não agradaram aos ministros do PSD que se terão rebelado contra Gaspar. Paulo Portas apoiou a ala social-democrata do governo e ameaçou romper com coligação se Gaspar não recuar. Os ministros Paula Teixeira da Cruz (Justiça), Miguel Macedo (Administração Interna), Aguiar Branco (Defesa Nacional) e Álvaro Santos Pereira (Economia) criticaram duramente novas políticas de austeridade propostas pelo ministro das Finanças. Paulo Portas apoiou as fortes críticas destes quatro ministros e chegou mesmo a ameaçar romper com a coligação que permite ao governo ter o apoio de uma maioria no Parlamento. A ameaça de Paulo Portas de romper com o governo caso o ministro das Finanças não recue nas suas propostas, fez com que não fosse tomada qualquer decisão. Este episódio é o culminar vários episódios de tensão no seio da coligação governamental. Com a dificuldade em alcançar um consenso, o governo adiou a apresentação do Documento de Estratégia Orçamental para terça-feira. O pagamento da oitava tranche de apoio ao país está dependente da apresentação destas medidas que já deveriam ter sido apresentadas em Fevereiro".
Desconfio que este governo de coligação fragilizado, desacreditado, dividido e ilegítimo, também olhado como um governo mentiroso, ladrão e manipulador, já percebeu que das medidas que vai tomar poderá resultar uma gravíssima crise social, de consequências imprevisíveis, o que explica que existam ministros do PSD e do CDS, que começam a perder a paciência, e que responsavelmente tentam travar a loucura que a dupla Coelho-Gaspar, quais salazaristas bafientos, insiste em impor aos portugueses, como uma espécie de castigo pelos pecados cometidos. A lógica da austeridade, a lógica de termos de pagar aos nossos credores, a própria necessidade de estabilizarmos as receitas com as despesas do estado, num processo necessário, acredito que inevitável, que terá que ser pensado, discutido e progressivo, para dependermos menos do recurso ao crédito externo, são situações concretas que acabam por ser relegadas para um plano secundário devido à irritação que a petulante arrogância e absurdo convencimento deste governo, melhor dizendo, daquele dupla CG, gera sempre que aparecem em público ou fazem declarações.
Por isso, mesmo que sejam aprovadas hoje medidas, não acredito que este governo tenha a ousadia de as divulgar na véspera do 1 de Maio que, tudo indica, será marcado por manifestações de protesto público em todo o país, situação que poderá agravar-se e radicalizar-se rapidamente, caso essas medidas de redução da despesa pública – que basicamente transfere os encargos do estado para as famílias e as empresas – sejam reveladas hoje. Temo que os cidadãos que hoje estarão em protesto nas ruas, caso venham a ser confrontados com a revelação de mais cortes nos salários, com mais roubos nas pensões e nas reformas e com novos encargos com a saúde e a educação por parte das famílias, já sem rendimentos disponíveis para mais austeridade, tudo por causa da redução dos gastos do estado nestas áreas sociais, transformem manifestações de protesto e actos de protesto de rua que podem varrer muita cosia e que podem inclusivamente acelerar a crise política latente. Muito sinceramente, não estou a exagerar, até porque os tempos não são para especulação ou brincadeiras de mau gosto.
Sei, de fontes não políticas do governo de coligação, que a referida reunião do Conselho de ministros da semana passada, foi pior do que foi noticiado, que as posições de contestação ao desprezível colector de impostos Gaspar foram violentas, que o funcionário bancário promovido a ministro das finanças sentiu grandes dificuldades sem reagir e que a coligação esteve em vias de cair.
Se é um facto irrefutável que o país não aguenta a despesa pública na dimensão em que ela se encontra presentemente, o que impede qualquer redução da criminosa carga fiscal que esmaga famílias e empresas, se é incontestável que as famílias não aguentam mais cortes de salários quando o seu rendimento disponível já é negativo, se é óbvio que os reformados e os pensionistas não aguentam mais roubos com as reformas e pensões, uma mudança de um determinado modelo de funcionamento do Estado, de um momento para outro, não deve ser feita por imposição totalitária e fascista, sem olhar as consequências e sem admitir opções faseadas que flexibilizem essas medidas. E nem sequer vou insistir neste momento na problemática da verificação da constitucionalidade dessas medidas, que sabemos todos estarem negociadas com a tróica desde Outubro do ano passado e mantidas em segredo, exactamente porque o governo teme a reacção popular.
Face a tudo o que acabo de escrever, desconfio que este governo de coligação fragilizado, desacreditado, dividido e ilegítimo, também olhado como um governo mentiroso, ladrão e manipulador, já percebeu que das medidas que vai tomar poderá resultar uma gravíssima crise social, de consequências imprevisíveis, o que explica que existam ministros do PSD e do CDS, que começam a perder a paciência, e que responsavelmente tentam travar a loucura que a dupla Coelho-Gaspar, quais salazaristas bafientos, insiste em impor aos portugueses, como uma espécie de castigo pelos pecados cometidos. A lógica da austeridade pela austeridade, a lógica de termos de pagar aos nossos credores à custa do empobrecimento das famílias e dos cidadãos e da falência das empresas, não se pode confundir com a própria necessidade de estabilizarmos as contas públicas, equilibrando as receitas com as despesas do estado, num processo que terá que ser pensado, discutido e progressivamente implementado, para podermos depender menos do recurso ao crédito externo, são situações concretas que acabam por ser relegadas para um plano secundário devido à irritação que a petulante arrogância e convencimento deste governo, melhor dizendo, daquela dupla cada vez mais o espelho do país deprimente e do povo frustrado, triste, desiludido, sem esperança e sem o direito a sonhar" (LFM-JM)

Despacho incómodo da Secção Regional da Madeira do Tribunal de Contas

Despacho n.º 5584/2013 - Diário da República n.º 82, Série II de 29 de Abril de 2013 - da Secção Regional da Madeira do Tribunal de Contas e reportado à Auditoria aos encargos assumidos e não pagos pelos Serviços e Fundos Autónomos - 2010.

segunda-feira, abril 29, 2013

Rescisões no Estado deixam em risco 214 mil funcionários públicos

Segundo o site da SIC, "os funcionários públicos continuam na mira do Governo, com o Executivo a preparar um "complexo" programa de rescisões amigáveis no Estado dirigido a um universo de 214 mil assistentes técnicos e operacionais. O programa de rescisões por mútuo acordo foi anunciado a 15 de março, juntamente com os resultados da sétima avaliação da 'troika', sem grande detalhe. Três dias depois, o primeiro-ministro, Pedro Passos Coelho, adiantava que o programa deverá começar por se dirigir aos trabalhadores inseridos nas carreiras de assistentes operacionais e técnicos e que as compensações a atribuir "serão alinhadas com as práticas habituais do mercado". Os assistentes operacionais e técnicos/administrativos representam uma grande fatia dos funcionários do Estado, totalizando no seu conjunto 213.697 trabalhadores (37% do total), de acordo com os dados da Direção-Geral da Administração e do Emprego Público (DGAEP), relativos ao último trimestre de 2012. O ganho médio mensal dos assistentes operacionais ronda os 750 euros, enquanto o dos técnicos/administrativos ronda os 1.060 euros. Para convencer os trabalhadores a sair, o secretário de Estado da Administração Pública, Hélder Rosalino, durante a última reunião com os sindicatos, confirmou que o Estado oferecerá até mês e meio de indemnização por cada ano de trabalho. A remuneração a considerar na compensação será o salário efetivo, ou seja, incluirá suplementos permanentes, e não apenas a remuneração base. O Governo tem, desde janeiro, um relatório do Fundo Monetário Internacional (FMI) sobre as funções sociais do Estado e o respetivo corte de 4.000 milhões de euros na despesa pública. Neste estudo, a instituição liderada por Christine Lagarde sugere uma redução até 20% no número de trabalhadores do Estado nas áreas da educação, segurança e ainda nos administrativos com baixas qualificações. O FMI defende que o Governo tem de reduzir o número de trabalhadores em funções no Estado e dá duas opções: cortar em setores específicos onde estão identificados excessos no número de trabalhadores ou estabelecer um número e aplicar um corte transversal. O Fundo estima que um corte entre 10% e 20% no número de trabalhadores nas áreas identificadas daria uma poupança estimada entre 795 milhões de euros e 2.700 milhões de euros, ou o equivalente a 0,5%-1,6% do PIB. Para ajudar neste corte, o FMI sugere que os funcionários públicos não devem estar mais de dois anos em mobilidade especial, período após o qual teriam de ser recolocados ou despedidos, e defende que um maior e melhor recurso à mobilidade especial possibilitará ao Estado uma maior poupança nos custos com pessoal. Eis os últimos dados da Direção Geral da Administração e do Emprego Público (DGAEP), relativos ao último trimestre de 2012:
Quantos são os Funcionários Públicos?
Em dezembro, havia 583.669 funcionários públicos, menos 4,6% em relação ao final de dezembro do ano passado. Destes, 74,7% concentra-se na administração central, com a grande maioria (50,5%) no Ministério da Educação e Ciência. Na Administração Local e Regional, por sua vez, havia no total 147.495 funcionários públicos, dos quais 115.562 nas autarquias, 17.095 na Madeira e 14.838 nos Açores. No quadro do mercado de trabalho, o emprego nas administrações públicas representava 10,7% da população ativa e 12,9% da população empregada.
O que fazem?
São os educadores de infância e os docentes do ensino básico e secundário que representam a maior fatia do emprego nas administrações públicas (23,5%), seguidos dos assistentes operacionais/operário/auxiliar (22,8%) e assistentes técnicos/administrativos (13,8%). Seguem-se os técnicos superiores e as forças de segurança, com um peso de 9% e 9,1%, respetivamente. Os representantes do poder legislativo são, no total, 2.738 (representando um peso de 0,5%), dos quais 53 estão na Administração Central e 2.685 na Administração Regional e Local.
Quanto ganham?
O ganho médio mensal dos funcionários públicos situava-se, em outubro de 2012, nos 1.594 euros, segundo os últimos dados disponíveis, de outubro de 2012, embora haja realidades bastante díspares. No topo dos salários mais elevados encontra-se a carreira de diplomata, com 7.985 euros de ganho médio mensal (2.297 de remuneração base média), seguido dos magistrados (4.808 euros) e dirigentes superiores (4.222 euros).Os salários mais baixos encontram-se nas carreiras de assistente operacional/operário/auxiliar, com um ganho médio mensal de 750 euros.
Que vínculos têm com o Estado?
Na Administração Central, considerando todos os trabalhadores em exercício de funções nas Entidades Públicas Empresarias e Santa Casa da Misericórdia, de um total de 541.099 contratos, 445.646 correspondem a comissões de serviço, nomeação e contratos por tempo indeterminado e 73.652 são contratos a termo. O maior número de funcionários públicos com contratos a termo encontrava-se no Ministério da Educação e Ciência, com 41.390 no final de dezembro (menos 22,5% face a dezembro do ano anterior). Segue-se o Ministério da Defesa, com 16.205 e o Ministério da Saúde, com 14.031 contratados.
Quantos saíram em 2012?
O emprego nas administrações públicas caiu 4,6% em 2012, com a saída de mais de 28 mil funcionários. Com o emprego em todos os subsetores em queda, a administração central apresentou em 2012 a variação homóloga mais significativa: -4,8%.
Quantos trabalhadores estão na situação de Mobilidade Especial?
A 31 de dezembro havia 1.108 trabalhadores em situação de mobilidade especial, menos 68 do que um ano antes. Os trabalhadores são colocados nesta situação na sequência de processos de reorganização de serviços -- extinção, fusão, reestruturação de órgãos e serviços e racionalização de efetivos - que não são necessários ao desenvolvimento da atividade desses serviços".