Segundo
o El Confidencial, "la crisis
económica continúa produciendo intensos cambios en la estructura
económica española. También está afectando, y de forma relevante, a la relación
entre salarios y pensiones, la clave de bóveda del sistema
público de protección social. Y lo que dicen las últimas cifras oficiales es que, prácticamente, la
cuarta parte de los pensionistas españoles -en concreto, el 23,26%-, tiene
ya unos ingresos superiores al tramo salarial más frecuente entre los
trabajadores en activo. O lo que es lo mismo, y expresando de forma más
precisa, 1,89 millones de pensionistas (incluyendo todos los regímenes) tienen
unos ingresos que se sitúan por encima de los 16.800 euros al año (en catorce
pagas), que es el salario más frecuente de los españoles, según
refleja la última Encuesta de Estructura Salarial de España. Lo
paradójico del caso no es tanto la relación entre salarios y pensiones, sino,
sobre todo, su evolución dispar, toda vez que mientras el incremento de
las nóminas se ha ido moderando a consecuencia de la crisis
(el aumento salarial medio pactado en convenio apenas está creciendo un 0,6% -por
debajo del IPC-), la pensión media no ha dejado de subir. La pensión media del
sistema de Seguridad Social (de nuevo incluyendo todos los regímenes) se
situó en 974,30 euros.
Es decir un 3% más que en la media del año
2012. El incremento no tiene que ver con una subida general de las pensiones.
Al contrario, hay que vincularlo a que las nuevas pensiones son más
elevadas que las que causan baja (también las bases de cotización son
más elevadas), por lo que de forma automática se produce un aumento de la pensión
media, que sube más que los salarios.
Se trata de un proceso imparable que se manifestará con mayor nitidez en
los próximos años de mantenerse la moderación salarial. Hay que tener en
cuenta que mientras que la pensión media de quienes se dan de baja asciende a
777,99 euros al mes, la cuantía de las nuevas pensiones es de 986,20. Por lo
tanto, casi un 13% más. Qué significa esto? Pues ni más ni menos que las
pensiones públicas son cada vez más relevantes a la hora de garantizar la renta
disponible de las familias. No hay que olvidar que esos casi 1.000 euros de
pensión media se sitúan muy encima de lo que perciben millones de
trabajadores. Según la Encuesta de
Estructura Salarial, el 33% de los trabajadores a tiempo completo -uno de cada
tres- obtiene mensualmente unos ingresos inferiores a dos veces el
salario mínimo interprofesional (SMI), que para este año se ha fijado en 645,30 euros. Es decir, 18.068
euros. Casi dos millones de pensionistas ingresa por encima de esa cantidad.
Pensiones
y umbral de pobreza
El
hecho de que la pensión se ha convertido en un factor fundamental de
estabilidad económica, a consecuencia de que la economía española ha destruido
casi cuatro millones de empleos desde que estallara la crisis, se observa de
forma nítida en el siguiente ejemplo. Según
la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), el riesgo de pobreza ha subido
en España desde que apareció la crisis. Ha pasado
del 20,7% al 21,1% para el conjunto de las edades. Pero para las superiores a
64 años, este riesgo (cuando no se alcanza el 60% de la mediana por unidad de
consumo) ha pasado del 21,7% en 2010 al 16,9%, señal inequívoca de que las
pensiones ganan cuota en el reparto de la tarta nacional frente a los
salarios. Esta evolución de las
pensiones en un contexto de moderación salarial explica, en parte, la intención
del Gobierno de ir limitando su actualización en función de la marcha del índice
de precios de consumo (IPC). En el reciente documento enviado por la Seguridad
Social al Pacto de Toledo, se recuerda, de hecho, como una especie de aviso
a navegantes que el impacto de la crisis económica ha planteado la reforma
del sistema de revalorización de las pensiones en numerosos países,
incluyendo “modificaciones en el método de cálculo de dicha indexación”. Además
del indicador de precios de consumo, sostiene el Gobierno, se ha incluido la
evolución media de los salarios o la productividad. De esta manera, se
pretende abortar la creciente divergencia entre evolución de los salarios y de
las pensiones"