terça-feira, maio 21, 2013

Los siete países donde el antieuropeísmo tiene más influencia



Segundo o ABC, "Reino Unido, Finlandia o Francia son algunos de los países en donde han surgido importantes partidos refractarios a una mayor unificación europea
Reino Unido: UKIP, el partido por la independencia (23% votos)
No hay ningún partido de la órbita populista que supere la influencia del UKIP, que significativamente se ha desarrollado gracias a la importancia que dan a sus palabras en el Parlamento Europeo. Nigel Farage ha logrado dominar el debate político británico exigiendo un referéndum para la salida del país de la UE
Alternativa para Alemania
La aparición de una fuerza política euroescéptica a la derecha de la CDU representa un grave inconveniente para el partido hegemónico en el espectro conservador. La ley electoral alemana exige un mínimo del 5%, por lo que es difícil que llegue al Parlamento, aunque si puede debilitar a la CDU
Movimiento para una Hungría Mejor (14,7% votos)
Jobbik se define como un movimiento enfocado a la resistencia contra la globalización en general y en defensa de la identidad nacionalista. El nacionalismo húngaro es una corriente transversal, mayoritariamente concentrado en el partido de gobierno, Fidesz. Jobbik actúa como catalizador.
Grecia: Amanecer Dorado (7%)
En la situación en que se encuentra Grecia, es comprensible que los partidos antieuropeos proliferen sobre las ruinas de la desprestigiada clase política tradicional. Aparte del tradicional Partido Comunista y de la nueva izquierda de Syriza, el neonazi Amanecer Dorado está siendo acusado de defender el racismo.
Francia: Frente Nacional (17,9%)
La llegada de Marine Le Pen a la presidencia del Frente Nacional ha logrado maquillar su imagen y ha convertido al FN en un partido presentable que se aprovecha del desconcierto del centro-derecha después de la derrota de Sarkozy. El sistema electoral le perjudica en las elecciones legislativas y europeas.
Holanda: Partido por la Libertad (10,1%)
Aunque está basado en la figura de su fundador, el polémico Geert Wilders, el Partido por la Libertad se ha convertido en un factor central de la política holandesa con una agenda contra la inmigración y euroescéptica. Su decidión de dejar caer el anterior gobierno de Mark Rutte no fue apreciada por los electores
Los Verdaderos Finlandeses (12,3% votos)
Se trata de una formación heredera de un viejo partido ruralista que ha derivado hacia un populismo antieuropeo de izquierdas mezclado con ideas nacionalistas de ultraderecha. Reclama la salida del país del euro y la UE y la vuelta a una versión rigurosa de la economía planificada y anticapitalista".