El hasta ahora representante en Bogotá denunció el desvío de fondos en Cúcuta y desmiente que fuera a presidir una supuesta junta de transición en Venezuela. La destitución del exembajador del Gobierno interino de Venezuela en Bogotá, Humberto Calderón Berti, ha abierto un nuevo frente de convulsión en el seno del equipo del presidente encargado, Juan Guaidó. Calderón Berti pidió este viernes a Guaidó que «revise» y «vigile» su entorno, al tiempo que desmintió que fuera a presidir supuestamente una junta de transición, como apuntan unos documentos publicados.
El pasado 26 de noviembre, el también presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó destituyó mediante una carta pública a Calderón Berti del cargo, lo que ha generado una agria controversia en la gestión del joven presidente de 36 años, con quien no mantiene relaciones desde «hace varios meses», ha afirmado el destituido. La polémica gira en torno a los motivos que provocaron la destitución que Guaidó todavía no ha aclarado a la prensa. Los dos aspectos serían la investigación del denominado « Cucutazo», que adelanta la Fiscalía de Colombia sobre las irregularidades de los fondos destinados a los militares y la presunta participación de Calderón Berti en una junta de transición.
El
petrolero Calderón Berti, de 78 años, que ocupaba el cargo desde finales de
enero, ofreció este viernes una rueda de prensa en Bogotá para fijar su
posición a su sorpresiva destitución. El 28 de febrero pasado hubo un intento
fallido de pasar la ayuda humanitaria desde la frontera colombiana a Venezuela,
que se denominó el «Cucutazo».
Muchos
militares venezolanos se refugiaron en Cúcuta en ese momento y se enviaron
fondos para ayudarlos, pero hubo denuncias sobre las irregularidades en el
manejo de esos fondos. Calderón Berti informó que desde su delegación solicitó
una auditoría sobre este caso conocido como el «Cucutazo» y desmintió que tuviese
alguna responsabilidad en la elaboración de ese informe.
Según
Calderón Berti, «hubo un manejo impropio de los recursos y la gente tiene
derecho a estar informada». El exembajador explicó que él no tuvo nada que ver
con la filtración de la información sobre lo ocurrido y que «lo triste no es
que se filtrara, lo triste es que ocurriera». Ahora se encuentra a la espera de
los resultados de la Fiscalía colombiana.
«Las
autoridades colombianas me dieron la alerta. Donde hablaban de prostitutas,
manejo indebido de los fondos. ¿Qué era lo que me correspondía a mí como
embajador? Mandar a hacer una auditoría», continuó. En ese sentido, consideró
que Venezuela debe mantenerse transparente ante sus aliados, especialmente con
Colombia.
En
cuanto a su relación con Guaidó, el también expresidente de Petróleos de Venezuela
destacó que desde hace muchos meses que no mantienen contacto.
«Si
se hace bien, habrá democracia»
También
opinó sobre una posible transición de Gobierno, que, a su juicio, si se hace
bien permitirá que haya democracia en el país, pero de lo contrario será una
«pantomima» Recomendó, en este sentido, que en un eventual gobierno de
transición «no puede haber en las empresas públicas reparto partidista».
Entre tanto, en un documento que ha circulado en las redes sociales tras ser publicado por una página web de Miami se le atribuye supuestamente que iba a presidir la junta de transición. El párrafo tercero dice: «Se designa una junta constitucional de transición y reconciliación nacional, integrada por el presidente del Tribunal Supremo de Juzsticia, Maikel José Moreno, el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López y el ciudadano Humberto Calderón Berti, quien presidirá dicha junta». Humberto Calderón Berti respondió este viernes: «No conozco a Padrino López ni a Maikel Moreno. No estuve en el Puente Altamira. Quienes participaron el 30 de abril no me los presentaron. Mandé a decir a Guaidó que revisara su entorno y actuara sin tutelaje». El petrolero dijo que seguirá en Bogotá en el ámbito privado y luchando por recuperar la democracia de Venezuela (ABC, texto da jornalista LudmilaVinogradoff)
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