El presidente
estadounidense respalda al ganador de las elecciones venezolanas durante una
reunión en la Casa Blanca, pero el reto es verse ahora con Trump. En paralelo y
a la misma hora. Los civiles en Washington y los militares en Caracas, dando la
espalda a un cuadro del Libertador Simón Bolívar. El espaldarazo político de
Joe Biden, que recibió este lunes en la Casa Blanca a Edmundo González Urrutia,
al que reconoce como presidente electo de Venezuela, coincidió con la respuesta
del alto mando militar del chavismo al último llamado del ganador de las
elecciones para que no traicionen la soberanía popular.
Dos imágenes que plasman el estado actual del pulso que mantienen las fuerzas democráticas, con el apoyo de sus aliados internacionales, y el régimen chavista, obligado a mostrar cada minuto que su atornillamiento fraudulento en el poder sólo depende de la fuerza bruta de sus cuerpos armados. "Agradecimos el apoyo que nos ha brindado el Gobierno de Estados Unidos en la lucha por la democracia venezolana. Es un compromiso que nos llevamos y que vamos a estar siguiendo hasta el último día del Gobierno del presidente Biden", informó González Urrutia tras un encuentro "largo, fructífero y cordial". Preguntado por los periodistas, el ganador electoral aseguró que Biden le acompañaría "de corazón" en su desafío de regresar a Caracas el próximo viernes.
El presidente Biden señaló que seguiría de cerca las protestas planificadas del 9 de enero en Venezuela y enfatizó que se debería permitir a los venezolanos expresar sus opiniones políticas pacíficamente sin temor a represalias por parte del ejército y la Policía. El tira y afloja que han mantenido la administración estadounidense y el Gobierno de Nicolás Maduro desde la invasión rusa de Ucrania posibilitó la realización de las primarias opositoras y que el chavismo aceptara un candidato de la Plataforma Unitaria para unas elecciones que creía bajo control. Sin este proceso, la oposición sabe que no habría llegado hasta este momento frente a un dictadura que jamás ha pensado en competir democráticamente.
El gran reto ahora
para Edmundo es conseguir aún mayor respaldo de la nueva administración.
"Nuestro equipo está en contacto con el equipo del presidente Trump, lo
han hecho desde hace tiempo. Continuaremos en ese camino porque nuestra
relación va a ser muy cercana y provechosa. Vamos a continuar con la política
bipartidista que hemos tenido desde el principio y con ello vamos a asegurar
que el camino a la restauración de la democracia sea lo más pronto
posible", constató el diplomático, de 75 años.
Minutos más tarde
estaba prevista una visita a la Organización de Estados Americanos (OEA), que
hubo que anular por el mal tiempo, pero su presidente, Luis Almagro, sí le
recibió en Washington donde González Urrieta le regaló una de las actas del
triunfo del 28-J. Tras la conversación mantenida en la noche del domingo con el
presidente de Paraguay, Santiago Peña, es reconocido como presidente electo por
ocho naciones: cuatro de la región suramericana (Argentina, Uruguay, Ecuador y
Paraguay), dos centroamericanas (Panamá y Costa Rica), una norteamericana
(Estados Unidos) y una europea (Italia).
"Es
lamentable que gobiernos como el de Paraguay sigan subordinando su política
exterior a los intereses de potencias extranjeras", adujo este lunes la
Cancillería chavista antes de romper relaciones con el Ejecutivo de Asunción.
El liderazgo opositor ha aumentado la presión al máximo en las últimas horas, sabedor de que necesita que la ola emocional que se vivió el sábado en Buenos Aires se multiplique en las calles de Venezuela. Primero fue María Corina Machado con su llamado a las calles para este jueves día 9, 24 horas antes de la juramentación presidencial. "Es el momento de pararnos firmes y hacerles entender que hasta aquí llegaron, que esto se acabó. No hay excusas, no hay mañana si no luchamos hoy", clamó la líder opositora desde el escondite que abandonará en las próximas horas para ponerse al frente de la protesta civil y pacífica. El chavismo, que ha militarizado Caracas y registra una a una todas las habitaciones de hotel, respondió enseguida con la convocatoria de una marcha para el mismo día y con la instalación de campamentos "juveniles" y de milicianos (civiles fundamentalistas) en la capital.
Machado cedió el
guante político minutos más tarde a González Urrutia, quien como comandante en
jefe del ejército desde el próximo viernes ordenó a las tropas actuar "con
determinación y unidad" para proteger a los venezolanos. "Es necesario
poner fin a una cúpula que ha desvirtuado los principios fundamentales y
morales de nuestras Fuerzas Armadas. Muchos de ustedes han manifestado su deseo
de cambio junto al resto de los venezolanos, en contra de esa cúpula que no
representa una garantía de estabilidad ni un futuro", precisó el ganador
de las elecciones, que incluso derrotó a Nicolás Maduro en los centros
electorales con más votantes militares.
El llamamiento
provocó la reacción furibunda del general Vladimir Padrino López, ministro de
Defensa y líder del generalato revolucionario, que se hizo acompañar de 18
oficiales para leer al país un manifiesto cargado de insultos y falsedades, con
el estilo decimonónico y trabado que le caracteriza. "Hemos visto con
profunda indignación un vídeo publicado por el cobarde Edmundo González
Urrutia, dirigiéndose de manera desvergonzada e insolente a la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana (FANB) con planteamientos absurdos e incoherentes que
demuestran no solo ignorancia respecto a la institución, sino que además una
exacerbada desesperación ante el eminente y estrepitoso fracaso de sus planes
golpistas", comenzó su larga perorata Padrino López, quien durante años ha
mantenido a sus hijos en Madrid.
El general
repartió una retahíla de insultos (irrisorio, maniobrero, cobarde, débil,
cínico, circense, violento, neofascista, payasesco, bufo) para concluir que
"ratificaremos el irreductible compromiso con la democracia venezolana y
reconoceremos a Nicolás Maduro como presidente constitucional. Aquí no podrán,
se lo digo desde ya". Puño en alto, los 19 generales gritaron
"¡Venceremos!".
Se espera que Padrino López y el resto del generalato, inmerso de lleno en el esquema de la multimillonaria corrupción revolucionaria, acudan el viernes a la Asamblea Nacional para la coronación de su jefe político. Una toma de poder en la que también estará presente el embajador mexicano, tal y como confirmó este lunes la presidenta Claudia Sheinbaum, que hace unos días incluyó a Venezuela y Cuba en el "frente progresista" de las Américas. En Bruselas también se avanzó que los embajadores europeos no acudirán a la fraudulenta toma de posesión de Maduro. "A finales de diciembre hubo un acuerdo, no vinculante, entre los 27 países de la Unión Europea para no enviar representación diplomática", explicó el internacionalista Mariano de Alba. El nuevo embajador español, Álvaro Albacete, presentó cartas credenciales a Maduro, de forma exprés, antes de que acabara el año. España se mantiene firme en no sumarse a Italia entre los países que reconocen a González Urrutia como presidente electo, pese a su victoria por cuatro millones de votos, reconocida por el 85% de las actas electorales (El Mundo, texto do jornalista Daniel Lozano)
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