
Así, con tres expulsiones, un gol de penalty a favor y uno anulado en contra, minucias, se apoyó Mourinho para alcanzar la final de 2004. En ella, cierto, el Oporto pasó como un rodillo por encima del Mónaco. Seis años después, en 2010, el Inter conquistó la gloria en Madrid, ganando con una pragmática exhibición al Bayern de Van Gaal. Antes de llegar al Bernabéu, sin embargo, el Inter disfrutó del error arbitral hasta en cinco partidos. De entrada, en la cuarta jornada de la liguilla, en Kiev, el Inter se jugaba casi la vida ante el Dinamo y en los tres últimos minutos convirtió el 1-0 en 1-2, aunque el francés Bertrand Layec fue el que le dio el espaldarazo al gol decisivo, no señalando primero un fuera de juego y después dando validez al gol de Sneijder a pesar de la carga que sufrió el portero local Shovskovskiy. Empujado a las eliminatorias, en octavos, Mourinho se reencontró con su añorado Chelsea y debió sentirse indispuesto al ver como en la ida Mejuto González y en la vuelta Wolfgang Stark (sí, el mismo colegiado al que el miércoles destrozó) arrodillaban al equipo inglés dirigido por Ancelotti. En San Siro, con 1-1, el árbitro español no quiso ver un `penalty y expulsión¿ clarísimo de Samuel a Kalou, acabando el duelo con 2-1 para el Inter. Después, en Stamford Bridge, escenario de bastantes más escándalos de los que quiere recordar Mou, el Inter comenzó disfrutando del favor de Stark, al no pitar éste un claro penalty sobre Ivanovic y acabó sonriendo con la expulsión de Drogba. Al final pasó a cuartos ganando por 0-1. Recordar las semifinales del pasado curso entre Inter y Barça no está de más para refrescar la memoria del entrenador. Su compatriota Benqurença ni se inmutó al dar validez al gol en fuera de juego de Diego Milito, ni dudó en amonestar a Puyol para que se perdiera la vuelta ni, tampoco, quiso saber nada de un claro penalty de Sneijder a Alves. En la vuelta, en el Camp Nou, no pasó nada... Bueno, sí. En tiempo añadido el belga Frank de Bleeckere anuló un gol legal a Bojan. Una minucia sin importancia para Mourinho aunque esa diana significase la clasificación del Inter y KO del según él `obsesionado¿ Barça de Guardiola. De ese partido solo recuerda, quiere recordar, la roja a Motta. Quizá es que una agresión es un abrazo... Tres penalties perdonados (uno de ellos acompañado de expulsión), una expulsión, un gol legal anulado en contra y uno ilegal a favor concedido catapultaron a Mou la pasada temporada hasta la final. La memoria selectiva no solo es interesada y de mal gusto. Más aún, acaba por volverse en contra de quien la utiliza y Mourinho, queriendo dar lecciones de ética quedó desnudo" (texto do jornalista do Sport, Jordi Blanco, com a devida vénia)
Sem comentários:
Enviar um comentário