Li
no ABC que "un joven ingeniero de la NASA logró salvar a los astronautas
de esta misión después de que un fallo durante el despegue desconectara los
sistemas informáticos de la nave. Hace unos años, Hollywood hizo
mundialmente conocida la odisea que vivieron los tripulantes de la misión Apolo
13 para poder regresar sanos y salvos a la Tierra, después de la explosión de
un tanque de oxigeno en medio del espacio. Sin embargo, lo que muy pocos saben
es que la misión inmediatamente anterior estuvo también a punto de acabar en
tragedia. Todo sucedió el 14 de noviembre de 1969 durante el lanzamiento del
Apolo 12, en un día cubierto de nubes y muy lluvioso. Según nos cuenta Álvaro
Ibáñez en el blog «Microsiervos», a los 36 segundos de
iniciarse el despegue, la fricción del cohete mojado con el aire provocó un
rayo entre este y la torre de lanzamiento, que desactivó el ordenador de abordo
del módulo de mando y algunos de sus sistemas. Veinte segundos después, un
segundo rayo impactó contra la nave inutilizando otros indicadores como el de
altitud y los giroscopios. Durante unos angustiosos segundos los astronautas viajaron a
más de 1.600 kilómetros por hora a ciegas. Por suerte, los sistemas del enorme
cohete Saturno V no se vieron afectados por la descarga y continuó con su
trayectoria correcta. Momentos después, los ingenieros de tierra consiguieron
reiniciar los ordenadores de módulo de mando, pero los datos que recibían
carecían de todo sentido. Incapaces de interpretar los datos que llegaban desde
la nave, en el centro de control se planteaban la posibilidad de abortar la
misión, a la vez que empezaban a temer por la vida de los tres astronautas que
viajaban a bordo. Por suerte para ellos, un ingeniero de tan solo 26 años, con
gafas y aspecto desaliñado tenía la solución a su grave problema. Se trataba de
John
Aaron, un auténtico apasionado del programa
Apolo que conocía a la perfección todos sus sistemas. El joven
recordó que unos años atrás había visto un problema similar en un simulador del
Centro Espacial Kennedy y sabía que la solución se encontraba en un botón del
módulo de mando de la nave del que la mayoría de los especialistas del Centro
de Control de Misión de la NASA ni siquiera habían oído hablar. Rápidamente,
Aaron indicó a los astronautas que probasen a poner el botón SCE en auxiliar, a
lo que estos sólo pudieron responder con un escueto «¿Qué?». El ingeniero tuvo
que repetirles varias veces la orden hasta que el comandante de la misión
acertó a preguntarle «qué coño era el botón SCE y dónde estaba». Tras recibir
las instrucciones concretas, accionaron el botón que consiguió restablecer
correctamente la corriente eléctrica del módulo de mando. Una serie de risas
histéricas comenzaron a sonar a bordo del Apolo 12 mientras la nave continuaba
su viaje, rumbo a la Luna. Fascinante, ¿verdad? "