Li aqui que "sirvió para
asentar un verdad científica convertida en leitmotiv de los defensores de la
austeridad. El alto endeudamiento es enemigo del crecimiento. Es perjudicial
por naturaleza. Para demostrarlo, Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff,
prestigiosos profesores del Harvard Kennedy School y la Universidad de Harvard,
recopilaron datos de varias décadas de una veintena de países y llegaron a la
conclusión de que en los países con una deuda de más de un 90% del PIB, el crecimiento
se reducía al -0,1%.
Pero era
mentira. Usaron mal la hoja de cálculo de Excel.
Los dos profesores lo han reconocido tras ser descubiertos por otros tres académicos de la Universidad
de Massachusetts, que les acusan además de dejar fuera datos sin dar
una explicación convincente. El estudio en cuestión, titulado Crecimiento en tiempos de deuda, fue
publicado en enero de 2010 y fue considerado una obra académica de referencia,
pero nunca pasó el escrutinio al que son sometidas las grandes investigaciones.
LA UE HIZO SUYO
EL ESTUDIO
El estudio de Reinhart y Rogoff
tuvo un gran eco en ámbitos académicos e inmediatamente pasó a alimentar los
argumentarios de los partidarios de la austeridad a cualquier precio. Se pueden
encontrar referencias a él en documentos de cabecera como las previsiones económicas de la Comisión Europea,
que siempre se acompaña de advertencias o exigencias a los países del euro, discursos del presidente del Banco Central Europeo
y un sin fin de publicaciones que han ayudado a diseñar grandes recortes del
gasto público. El comisario comunitario de Economía, Olli Rehn, llegó a dar por
hecho los datos del estudio y los utilizó como justificación a la consolidación
fiscal. En una carta remitida a los ministros de Economía europeos, rescatada por el periodista Miquel Roig, de Expansión,
el también vicepresidente de la Comisión asegura que "está ampliamente
admitido, basado en estudios académicos serios, que cuando los niveles de deuda
pública suben por encima del 90%, tienden a tener un impacto negativo en el
dinamismo económico, lo que se traduce en bajo crecimiento durante muchos
años". Los académicos de la Universidad de Massachusetts tomaron el modelo
de Rogoff y Reinhart y volvieron a hacer las cuentas. El resultado era
sensiblemente distinto. Sin errores, el crecimiento con una deuda mayor al 90%
del PIB pasaba del -0,1% al 2,2% de media. Por ese segundo dato de crecimiento
suspira, sin ir más lejos, el Gobierno de España, embarcado en una reducción del gasto sin precedentes.
Según las últimas previsiones económicas del Fondo Monetario Internacional,
publicadas este martes, la deuda española aumentará del 85,3% actual al 91,8% a
final de año, superando el umbral mágico de Rogoff y Reinhart.
EN QUÉ QUEDAMOS,
LA AUSTERIDAD ¿ES BUENA O MALA?
Qué consecuencias tiene el
escándalo académico? Un endeudamiento por encima del 90% del PIB no tiene las
catastróficas consecuencias para el crecimiento de la economía que señalaban
los dos académicos, pero al descubrimiento tampoco puede dársele la vuelta para
afirmar lo contrario. "Los resultados no eran robustos", reconoce a El
Huffington Post Joaquín Maudos, Catedrático de Fundamentos del Análisis
Económico de la Universitat de València. La deuda per se no tiene unos u otros
efectos, sino que depende de otros factores, como el propio "crecimiento,
el tipo de interés real al que se financie la economía, el déficit primario (es
decir, antes de sumarle el pago de intereses de la deuda) o la estructura de la
economía", señala. Un buen ejemplo
es EEUU, "que con un 110% de deuda no tiene ningún problema porque
crece". Sucede como en "una familia, donde el endeudamiento no es
malo, sólo depende de cómo se financie", algo en lo que tiene especial
relevancia factores como el empleo.
Para Maudos, "la cifra del
90% hay que ponerla en cuarentena", porque "ha hecho mucho daño"
al acabar afectado al crecimiento. El profesor recuerda que el FMI ha
reconocido que el ritmo de la austeridad es demasiado rápido y que en algunos
casos reducir el gasto público es malo para reducir el gasto público, ya que se
produce un efecto "multiplicador" de los efectos que daña a toda la
economía. Eso es, precisamente, lo que muchos economistas creen que le está
ocurriendo a la eurozona, ensimismada con una austeridad que la ha dejado en el
furgón de cola mundial en la vuelta al crecimiento y ha devastado la economía
de Grecia y otros países.
En palabras de Paul Krugman,
premio Nobel de Economía y conocido crítico de la austeridad, el estudio de Rogoff
y Reinhart es uno de los dos documentos que ayudaron a erigir el "edificio
intelectual de la austeridad", usado por "Gente Muy Seria" (los
gobernantes) para poner en marcha drásticas políticas de austeridad. Pero se
trataba sólamente de "mala aritmética" y "correlaciones"
que en ningún caso prueban nada, según él, más que la "culpabilidad"
de los que "buscaron excusas para infligir dolor".