El último yate de CRN es un alarde técnico de casi 60
metros de eslora con un atraque para una lancha de ocho metros. Baño turco,
gimnasio y un piano completan los caprichos de su propietario. Supera los 10
millones. La naviera italiana CRN, especializada en yates de larga eslora, ya
había tenido de cliente a Gianni Agnelli y a diversos jeques árabes, todos muy
exquisitos. Pero este quizá se lleve la palma. Nada menos que un garaje a nivel
del mar pidió para su embarcación de 60 metros, bautizada como J’ade. Un
encargo insólito. Lo cierto, sin embargo, es que no parecía que hubiese mejor
manera de apacar su tender, un Riva Iseo de ocho metros, para viajar con él de
un océano a otro. Porque hablamos prácticamente de un trasatlántico. A una
velocidad de crucero de 12 nudos (unos 22 km/h) tiene una autonomía de 3.000
millas (5.556 km), un poco más de la distancia que separa Vigo de Nueva York (Expansion)