El tiempo para los coches cubanos no corre desde el 1 de enero de 1959. El triunfo de la revolución y el posterior embargo estadounidense congelaron el asfalto de La Habana. No es extraño ver por sus calles automóviles fabricados antes de los años 60. Los nativos los llaman almendrones. Se calcula que a día de hoy todavía circulan por Cuba más de 10.000 coches fabricados en Estados Unidos entre 1920 y 1950. A principios de 2014 el Gobierno de Raúl Castro permitió por primera vez la compra y venta libre de vehículos, sin embargo, unos meses después de la liberalización los cubanos sólo compraron 50 coches y cuatro motos. En este campo los efectos del bloqueo estadounidense son evidentes. La baja capacidad adquisitiva de los ciudadanos y la imposibilidad de comprar piezas de repuesto a empresas norteamericanas ha provocado que los cubanos tengan que agudizar su ingenio para reparar los automóviles con materiales no oficiales. Cadillacs, Chevrolets, Mercurys o Ladas soviéticos... En la siguiente fotogalería recogemos una serie de imágenes de las calles de Cuba, a día de hoy un auténtico museo automovilístico vivo (El Confidencial)