Diz o El Pais que “dicen algunos que
detrás de cada gran hombre hay siempre una gran mujer. Pero en el caso de Kim
Jong-un, parece que son dos. Y ninguna es su esposa. Por un lado está su tía
Kim Kyung-hui, que llegó a ser considerada la mujer más poderosa del régimen
norcoreano y la persona que movía los hilos del país en la sombra. Hasta que el
imberbe dictador ordenó ejecutar a su esposo, Jang Song-thaek, que fue mano
derecha del anterior Kim de la dinastía comunista, Kim Jong-il. Según la
versión oficial ofrecida por el Gobierno, Jang era un corrupto adicto al juego
que llevó una existencia depravada llena de drogas, ríos de alcohol, y mujeres
de mala reputación. Pero su mayor error fue conspirar contra Kim Jong-un tras
la muerte de su padre, en 2011. Para muchos analistas, su sentencia supuso el
punto final de una lucha interna por el poder, cuyos resultados se van viendo
ahora poco a poco. No en vano, desde la ejecución de Jang, los rumores sobre la
suerte que ha corrido Kyung-hui, de 68 años, han ido desde el fusilamiento
hasta la muerte como consecuencia de alguna enfermedad, pasando por el exilio y
el internamiento en un campo de trabajos forzados. Lo único cierto es que,
desde el 9 de septiembre del año pasado, no se ha vuelto a ver a la tía de Kim
en público, y que su figura se ha borrado del material audiovisual emitido por
la televisión de Corea del Norte. Así lo confirmó el conservador diario
surcoreano Chosun Ilbo el pasado día 18, cuando cotejó las dos versiones de un
documental emitido antes y después de la ejecución de su marido: en la primera,
Kyung-hui caminaba cerca de su sobrino, mientras que en la segunda no aparecía.
“Es evidente que ya no tiene ningún cargo en el Partido, pero todavía
necesitamos confirmar si ha sido víctima de una purga”, comentó al periódico un
funcionario del Ministerio de Unificación del país capitalista. Sin duda, el
asunto podría tener especial importancia en un momento en el que parece que
Corea del Norte prepara su cuarto ensayo nuclear. Además, el jueves se hizo
pública también la sustitución del número dos del régimen, Choe Ryong-hae, por
el nuevo Jefe del Ejército, Hwang Pyong-so. La caída de Kyung-hui parece
enmarcarse en un cambio de rumbo que puede tener importantes consecuencias en
la región, y ha ido paralela al auge de otra Kim: la hermana pequeña de Kim
Jong-un, Kim Yo-jong. No en vano, hizo su primera aparición oficial durante las
elecciones a la Asamblea Suprema del Pueblo celebradas el pasado mes de marzo,
una cita en la que, después de haber sido parlamentaria durante cuatro
legislaturas, ya no aparecía el nombre de Kyiung-hui por ninguna parte. Ahora,
a sus 26 años, Yo-jong se postula como sustituta de su tía. La hermana pequeña
de Kim jong-un, Kim Yo-jong, en una imagen aparecida en la televisión china. Incluso
podría convertirse en una amenaza para la mismísima mujer de Kim Jong-un, Ri
Sol-ju. De hecho, muchos critican a esta última por ser poco más que un
florero, a lo sumo una bailarina mediocre, que acompaña al Brillante Camarada
en inauguraciones y actos protocolarios varios. “Si Ri Sol-ju continúa
apareciendo en público en una posición tan elevada -Kim Jong-il jamás se mostró
en público con ninguna de sus esposas-, la gente puede pensar que el líder está
excesivamente embebido en trivialidades”, aseguró un desertor, antiguo alto
cargo norcoreano, al portal de noticias Daily NK. En contraposición, Yo-jong
está considerada una mente privilegiada. “Ella tiene más fácil lograr su aceptación
porque viene de la estirpe Baekdu. Y su auge restará importancia al rol que
juega Ri Sol-ju, que podría asumir algún cargo relacionado con la cultura”,
apostilló el desertor. Se cree que, al igual que Kim Jong-un, Yo-jong utilizó
un pseudónimo para estudiar Primaria en Suiza durante cuatro años, y que
regresó a Pyongyang en el año 2000. Incluso hay quienes aseguran que volvió a
Europa en 2004 para acudir a la universidad, pero lo cierto es que su vida es
una nebulosa de incógnitas hasta 2008.
Fue ese año cuando, según los servicios de
Inteligencia surcoreanos, Yo-jong accedió al Partido de los Trabajadores y
recibió formación directamente de su tía Kim Kyung-hui. Diferentes desertores
han afirmado que, tras los infartos cerebrales que sufrió Kim Jong-il, se formó
un comité para preparar la sucesión que también selló la carrera política de
Yo-jong, aunque se desconoce el papel que le reservaron. No obstante, algunos
aseguran que la joven incluso viajó con su padre a China y a Rusia, en lo que
podría haber sido su primer contacto con los principales aliados del hermético
régimen. Lo que ahora parece claro es que Yo-jong se ha encaramado ya a lo más
alto del departamento de Propaganda y Agitación del Partido, y que está
encargada de la agenda de su hermano. Los medios más conservadores de Corea del
Sur, muchas veces tan poco fiables como los norcoreanos, añaden que entre sus
tareas está también elegir el peinado y la vestimenta del dictador para que se
asemeje todo lo posible a la de su abuelo y fundador de la patria, Kim Il-sung,
en un desesperado intento por legitimar su poder”