quinta-feira, maio 29, 2014

Enamorados de la belleza de Florencia



"Había llegado a ese punto de emoción en el que se encuentran las sensaciones celestes dadas por las Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme”. Con estas palabras, el escritor francés Stendhal expresó la fascinación que le produjo en 1817 su visita a Florencia. Forman parte de su libro ‘Nápoles y Florencia: Un viaje de Milán a Reggio’, y casi dos siglos después de su publicación, sigue siendo uno más de los muchos que han enmudecido ante la belleza del centro histórico de la capital de Toscana. Belleza cultural y gastronómica, en tanto que nadie puede marcharse sin probar sus cantuccini, su Chianti o platos como la Pappa al pomodoro (un potaje con tomate y pan), la Ribollita (otro tipo de guiso) o la Panzanella (ensalada de pan que se come fría en verano). Y todo ello por no hablar de los ricos helados toscanos (ABC)