"Ayer, Fitch rebajó la calificación crediticia de ocho comunidades autónomas, entre ellas Andalucía, País Vasco,Madrid y Cataluña, alegando los riesgos que la debilidad económica entraña para el cumplimiento de sus compromisos presupuestarios, toda vez que el debilitado cuadro macro augura una creciente presión sobre los ingresos fiscales, agudizando los problemas de liquidez de las regiones.
En este escenario, en el que las dudas sobre la sostenibilidad financiera de las autonomías son el pan nuestro de cada día y partiendo de la premisa de que no es una opción dejar caer a nadie, es fundamental que el Gobierno arbitre cuanto antes las medidas para garantizar que éstas pueden hacer frente a sus obligaciones, lo que, a priori descartados los hispanobonos, presumiblemente pasará por la emisión de deuda autonómica con el aval del Estado. Eso sí, siempre que dichas comunidades cumplan escrupulosamente con sus objetivos de saneamiento y consolidación fiscal. Con la mirada inquisitiva de los mercados clavada en España, el Ejecutivo no puede tolerar la más mínima desviación del gasto, recurriendo en caso necesario y sin titubear a las herramientas que le brinda la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Los mercados han dejado meridianamente claro que sólo los resultados servirán para mitigar su desconfianza. De ahí la importancia de que los datos sobre ejecución presupuestaria en las CCAA hasta marzo, que el Gobierno desvelará hoy en un sano ejercicio de transparencia, confirmen que sus esfuerzos para embridar a las autonomías van por el buen camino. España no puede permitirse decepcionar" (editorial do Expansion, com a devida vénia)
En este escenario, en el que las dudas sobre la sostenibilidad financiera de las autonomías son el pan nuestro de cada día y partiendo de la premisa de que no es una opción dejar caer a nadie, es fundamental que el Gobierno arbitre cuanto antes las medidas para garantizar que éstas pueden hacer frente a sus obligaciones, lo que, a priori descartados los hispanobonos, presumiblemente pasará por la emisión de deuda autonómica con el aval del Estado. Eso sí, siempre que dichas comunidades cumplan escrupulosamente con sus objetivos de saneamiento y consolidación fiscal. Con la mirada inquisitiva de los mercados clavada en España, el Ejecutivo no puede tolerar la más mínima desviación del gasto, recurriendo en caso necesario y sin titubear a las herramientas que le brinda la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Los mercados han dejado meridianamente claro que sólo los resultados servirán para mitigar su desconfianza. De ahí la importancia de que los datos sobre ejecución presupuestaria en las CCAA hasta marzo, que el Gobierno desvelará hoy en un sano ejercicio de transparencia, confirmen que sus esfuerzos para embridar a las autonomías van por el buen camino. España no puede permitirse decepcionar" (editorial do Expansion, com a devida vénia)
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