segunda-feira, abril 11, 2022

Qué sanciones son peores para Rusia? Estas son las más efectivas según un panel de expertos


Diez expertos evalúan para EL PAÍS el impacto de las sanciones de la Unión Europea sobre la economía rusa y el coste para los países miembros. Las sanciones han sido la principal arma de la Unión Europea contra Rusia en este mes de guerra. Los Veintisiete han aprobado cuatro paquetes de medidas –y preparan un quinto–, con sanciones como congelar los activos de los oligarcas o bloquear al Banco Central Ruso. Su objetivo es limitar la capacidad del Kremlin para financiar la invasión, tratar de detenerla o al menos disuadirlo de emprender otras acciones militares en el futuro.

¿Qué efecto tienen estas sanciones sobre Rusia y su economía? Y, ¿qué coste acarrean?

Hemos consultado a un panel de 10 expertos sobre el efecto de las medidas para la economía rusa y las posibles repercusiones en la UE. Cada experto ha valorado la severidad de 16 sanciones (del uno al 10, siendo uno lo menos severo y 10 la máxima severidad). Se incluyen 13 sanciones ya aprobadas por los Estados miembros y otras tres que se consideran posibles. En los siguientes gráficos detallamos la media de las puntuaciones para cada una.

Los expertos creen que las sanciones contra las finanzas rusas son las más severas para su economía, sin conllevar grandes esfuerzos para Europa. Otras medidas con mayor visibilidad tendrían menos impacto económico: es el caso de las sanciones contra la propaganda rusa o contra sus oligarcas. Estas últimas imponen un coste en personas cercanas al régimen, y eso puede tener efectos sobre futuras decisiones del Kremlin, pero no tanto consecuencias económicas.

A continuación explicamos las sanciones con más impacto sobre la economía rusa según los expertos consultados.

Bloquear las reservas del Banco Central ruso

Es la medida con mejor balance entre el alto impacto sobre Rusia y su bajo coste para la Unión. Los expertos le asignan un impacto de 8,1 y un coste de 3,7. Es una medida sin precedentes: el 28 de febrero se cerró el acceso de Rusia a sus reservas de divisas en el extranjero, que son fundamentales para garantizar la estabilidad del rublo y son el último recurso de bancos y corporaciones rusas. Como apuntaba Michael S. Bernstam, de la Universidad de Stanford, en The Financial Times: “El Banco Central Ruso y los rusos perdieron el acceso al 60% de sus reservas de divisas”.

Según Ilke Toygür, del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad y de la Universidad Carlos III de Madrid, estas sanciones son las más efectivas: “En el día a día, las transacciones económicas se vuelven más difíciles y las reservas pierden garantías para la estabilidad del sistema bancario”.

Contra los servicios financieros

En este grupo se incluyen sanciones como la desconexión del sistema de transferencias internacionales (SWIFT) a siete bancos rusos o la prohibición de invertir en entidades de ese país. Para los expertos, han tenido un gran impacto en Rusia (7,5), con un coste soportable para la UE (4,5). “Ha provocado mucha desconfianza hacia los bancos rusos”, apunta Santiago Carbó, Catedrático de Economía de la Universidad de Granada. Estas medidas han obligado a Rusia a reaccionar: “La obligación del pago del gas en rublos es un indicador claro de que has creado un problema”.

Contra la industria de transporte y aeroespacial

Su impacto en Rusia también es alto (7) y el coste para Europa bajo (4). Las sanciones han golpeado el transporte ruso, aéreo y marítimo, clave en sus importaciones y su conectividad. Las medidas, que prohíben la venta de aviones, recambios y equipamiento a las compañías aéreas rusas, podrían dejar sin volar a tres cuartas partes de su flota comercial, construida en la UE, EE UU y Canadá, según el Consejo de Europa. Los expertos consultados apuntan a que ya faltan piezas de determinados aviones. Además, los Veintisiete han cerrado el espacio aéreo a los aviones rusos, tanto comerciales como privados.

Las sanciones más severas, aún por aprobar

Una medida aún no aprobada, pero muy debatida es el veto a la importación de petróleo, gas y carbón ruso. De aprobarse, los expertos aseguran que estas sanciones serán otro torpedo contra la economía rusa. Pero tendrían también un altísimo coste para la UE.

La principal dificultad para cortar la compra de gas ruso es la fuerte dependencia de algunos países de la UE, que importa el 38% de su gas de Rusia. Alemania, que obtiene el 65% de lo que consume de allí, es uno de los miembros que más reticencias han mostrado, junto con Hungría (95%) e Italia (43%). Cortar estos flujos podría marcar un antes y un después: “Si seguimos comprando el gas ruso, es posible que las medidas no tengan el alcance que se esperaba”, apunta Carbó. “Mientras lo seguimos comprando, seguimos financiando a Rusia. Van a faltar cartuchos mientras no se reduzca esta dependencia”, añade.

Un bloqueo del crudo ruso sería la medida con más impacto de las 16 valoradas (8,3), pero los expertos también la juzgan entre las más dañinas para la Unión Europea.

Bruselas ha propuesto esta semana prohibir la importación del carbón ruso. Según los expertos consultados, es una medida dolorosa para Rusia y menos para la Unión, que no es tan dependiente de este mineral como del petróleo o el gas. Para que la medida vaya adelante, no obstante, la tienen que aprobar todos los estados.

Panel de expertos

Para la realización de este artículo EL PAÍS ha reunido un panel de 10 expertos:

  • Natasha Kuhrt. Docente del Departamento de Estudios de la Guerra en King's College
  • Santiago Carbó. Director de del Área Financiera y Digitalización de Funcas
  • Ilke Toygür. Investigadora en el Centro Alemán para los Estudios Internacionales y de Seguridad
  • Angel Saz. Director del Centro para la Economía Global y la Geopolítica de ESADE
  • Nicholas Mulder. Docente del departamento de Historia de la Universidad de Cornell
  • Rym Ayadi. Miembro del Centro para la Investigación Bancaria de la Universidad de Londres
  • Tom Keatinge. Director del Centro para el estudio del Crimen Financiero y la Seguridad del Royal United Services Institute (RUSI)
  • Viljar Veebel. Departamento de Estudios Polígicos y Estratégicos del Baltic Defence College
  • Sergei Guriev. Docente en el Instituto de Estudios Políticos de París
  • Federico Steinberg. Investigador principal del Real Instituto Elcano (El Pais)

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