Segundo o jornalista do El Pais, Miguel Mora, "Italia está viviendo la campaña electoral más surrealista del continente. No se habla de Europa ni de la crisis económica. Apenas hay debate político, y las reflexiones sobre la decadencia moral del país atraviesan continentes. Los únicos asuntos en liza son los que atañen a la excesiva personalidad del primer ministro: su amistad con la joven Noemi Letizia, su pasión por las fiestas, los aprietos que le depara el donjuanismo eterno y la perversidad de los jueces que condenan al abogado inglés David Mills por mentir en su nombre justo antes de la cita electoral. El penúltimo capítulo de este psicodrama a la italiana se vivió ayer. A petición del primer ministro y de su abogado personal, Niccolò Ghedini, la fiscalía de Roma ordenó requisar varios centenares de fotos tomadas en Villa Certosa, la casa de Berlusconi en Cerdeña, por el fotógrafo sardo Antonello Zappadu. Entre ellas se encuentran las imágenes de la fiesta de fin de año en la que, según la reconstrucción de la revista L'Espresso, participaron unas 40 velinas (azafatas televisivas) y aspirantes a actrices, entre otras Noemi Letizia, la napolitana que llama Papi a Berlusconi. El primer ministro en persona firma el escrito de cuatro folios que pide al Defensor de la Privacidad, un órgano oficial, que bloquee la publicación de las imágenes, ya que a su juicio violan su intimidad y la de sus invitados. El texto afirma que las fotos fueron "robadas" y que Zappadu negoció su venta posterior a Panorama, una revista del imperio editorial de Berlusconi , por 1,5 millones de euros. La transacción no cuajó, escribe el primer ministro, porque la revista las consideró "no relevantes". Zappadu habría asegurado además a Panorama que tenía otra oferta de la revista Gente, circunstancia falsa según los fiscales y que motiva la denuncia por intento de estafa presentada por Ghedini. El fotógrafo sardo, que trabaja habitualmente para E-Polis y para la agencia Ansa, es el autor de las célebres fotos que publicó la revista Oggi en el verano de 2007, en las que se veía a cinco velinas sentadas en las rodillas del primer ministro. Zappadu negó ayer las acusaciones, y sostuvo que fue Panorama quien se dirigió a él para comprarle las fotos y no al revés. Además, manifestó que, salvo al propio Berlusconi, es imposible reconocer a nadie en las imágenes porque él mismo borró los rostros con zonas de píxeles para que no fueran reconocibles. El fotógrafo aclaró que lo hizo atendiendo a la ley de privacidad y a la defensa de los menores, porque algunas de las jóvenes que aparecen en las imágenes le parecieron "menores de edad". Zappadu entregó ayer las fotos a los Carabineros en Cagliari, y estos registraron además su casa de Olbia. En su escrito, Berlusconi alega que había fotos de la estancia en Villa Certosa del ex primer ministro checo Mirek Topolanek y su séquito en la Semana Santa de 2008. Il Corriere della Sera informó de que en algunas de ellas se ve a varias jóvenes en biquini y en top less. En otra de las series, se ve a Berlusconi y a otras personas llegando al aeropuerto de Olbia a bordo de aviones militares. Entre ellos está el cantante napolitano Mariano Apicelli, un ex aparca coches con quien Berlusconi ha publicado dos discos y que es un asistente fijo en sus fiestas".
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