Li no El Pais que “el Partido del Progreso
(FrP), una agrupación populista de extrema derecha, negocia formar parte del
Gobierno surgido de las elecciones noruegas del lunes, en las que la coalición
de izquierdas encabezada por los laboristas, en el poder desde 2005, perdió la
mayoría absoluta en el Parlamento. La gran vencedora de las elecciones, la
conservadora Erna Solberg, ya había anunciado de antemano su intención de tener
a los cuatro partidos “burgueses”, incluido el FrP, en el Ejecutivo. Si
finalmente la formación encabezada por Siv Jensen forma parte del Gabinete,
sería la primera vez que un partido de este tipo llega al poder en
Escandinavia. Estas son las primeras elecciones generales celebradas en el país
nórdico después de que, en julio de 2011, Anders Behring Breivik matase a 77
personas en un doble ataque, primero contra edificios del Gobierno en el centro
de Oslo, y luego contra un campamento de las juventudes laboristas en la isla
de Utoya, en las afueras de la capital. Breivik, que en varios escritos
denunció la “islamización” de la sociedad noruega, había sido miembro tanto del
FrP como de su organización juvenil, FrU. El FrP ha repudiado oficialmente a
Breivik y sus actos.
El grupo político ha repudiado a Breivik y
moderado su imagen pública
Con respecto a las elecciones de 2009, el
FrP ha perdido casi una cuarta parte de los votos y 12 de sus 41 escaños. El
éxito electoral del Partido del Progreso ha ido paralelo a un endurecimiento de
su mensaje antiinmigración. Durante la campaña, el vicelíder del partido, Per
Sandberg, prometió reducir a la mitad el número de inmigrantes no europeos. En
2012, el portavoz del FrP para temas de inmigración, Morten Orsal Johansen,
abogó por denegar las solicitudes de residencia a quienes “no quieran formar
parte de la sociedad noruega”. El partido ha propuesto prohibir el uso del hiyab
y la propia Jensen afirmó en la campaña de 2009 que Noruega estaba viviendo una
“islamización silenciosa”. Dos años después de los atentados y con Breivik
condenado a 21 años de cárcel —la pena máxima— en la campaña ha pesado más la
preocupación sobre como utilizar los beneficios del petróleo, que garantiza un
crecimiento económico sostenido y una baja tasa de desempleo. La derecha acusa
a los laboristas de ser demasiado conservadores en el uso del maná petrolero y
aboga por bajar los impuestos con cargo a los ingresos de los hidrocarburos.
Los laboristas afirman que su intención es crear un colchón financiero para el
futuro.
Hasta ahora, todos los Gobiernos de
coalición conservadores se han negado a incluir al FrP, como ha ocurrido en
otros países nórdicos donde la extrema derecha ha crecido, como Dinamarca o
Finlandia. Pero en julio de 2010, Solberg afirmó que “el Partido del Progreso
ha obtenido un respaldo tan grande y tan persistente que ya no puede ser
ignorado como una opción de Gobierno”. Qué explica este cambio de actitud por
parte de la derecha tradicional? “El partido ha moderado conscientemente su
mensaje”, afirma Jo Saglie, del Instituto de Estudios Sociales de Oslo.
“También ha obligado a los otros partidos a cambiar, especialmente en temas de
inmigración”