Hablar de robos, secuestros y contar las docenas de muertos que arroja
un fin de semana en Caracas, es como comentar los resultados de alguna liga
deportiva en cualquier tertulia familiar. Existe una sensación de desbordada de
inseguridad. Un 75% de los venezolanos considera que la inseguridad ciudadana
ha aumentado en los últimos 12 meses según la II Encuesta sobre Delito
Organizado en Venezuela, realizada por la asociación civil Paz Activa con apoyo
de la Unión Europea (UE).
El llanto, dolor, rabia y olor a muerte en las afueras de la morgue de
Bello Monte de Caracas, son parte del día a día que tienen que afrontar las personas
que van a reconocer alguna víctima. Nos topamos allí con una mujer que en medio
de las lagrimas nos contaba el caso de su hijo «Yo sé que esto ocurre en el
país, pero nunca pensé que me podría suceder a mi», afirmó justo 24 horas
después de haberse enterado de que a su hijo de apenas dieciséis años, lo
habían asesinado camino a su casa cuando regresaba de una fiesta en la
madrugada para quitarle un teléfono móvil. Las cifras no tienen limites. En
este recinto de la capital fueron ingresados 258 cadáveres en apenas 18 días de
septiembre según cifras extraoficiales. Lo que retrata a un país que pareciera
estar en medio de una guerra civil.
El cadaver del integrante de una banda reposa en el interior de la
morgue del Centro Diagnostico Integral (CDI) del barrio la Dolorita Petare.
Este centro que pertenece a la «Misión Barrio Adentro» es atendido por médicos
cubanos
Nos dedicamos a visitar varios sectores populares de la capital: Petare,
Catia, Pinto Salinas, La Vega, zonas en donde existen bandas armadas y
constatamos lo fácil que es poder tener un arma y lo poco que se valora la
vida. «Aquí es más fácil tener una pistola que conseguir un pote de leche», nos
comenta un chico en la calle que prefirió no identificarse. Nadie sabe cuántas
armas de fuego hay en Venezuela, aunque algunas estimaciones ponen esa cantidad
entre 10 y 14 millones, en un país de 30 millones de habitantes. En un día cualquiera de recorrido tres personas fallecieron. Dos
comerciantes y un presunto delincuente que recibió nueve disparos por miembros
de otra banda. Este ultimo llegó sin vida al Centro Diagnostico Integral (CDI),
que es atendido por médicos cubanos de la llamada «Misión Barrio Adentro» del
barrio la Dolorita de Petare sin signos vitales.
Venezuela tiene una tasa estimada de 82 asesinatos por cada 100.000
habitantes, y probablemente se mantendrá al cierre del año en el segundo puesto
de la clasificación mundial de homicidios, solo por detrás de Honduras. En el
2014 se registraron 24.980 muertes violentas. Estas cifras son señaladas por el
Observatorio Venezolano de la violencia, una ONG que mantiene un monitoreo de
datos constante con informes de prensa y otras vías informales, ya que desde
2004, el Ejecutivo ha prohibido a los cuerpos policiales y otros organismos del
Estado darle acceso a los medios de las estadísticas sobre violencia y
criminalidad. El tema de la inseguridad no es exclusivo de los años del chavismo. En
1999, año en que el fallecido Hugo Chávez llegó al poder, la cifra oficial era
de 19 homicidios por cada 100.000 personas lo que ya era una situación critica.
Lo que no se entiende, es las razones que hicieron que se multiplicara. En los últimos meses han crecido los linchamientos. Los ciudadanos
prefieren tomar la justicia por sus propias manos ante la corrupción que existe
en los organismos de seguridad y la impunidad judicial. El caso mas reciente
fue el reportado dentro de las instalaciones del Metro de Caracas,
específicamente en la estación Los Cortijos. Cuando un hombre que robó a una
mujer en la urbanización Los Ruices, al tratar de escapar fue salvajemente
golpeado por un grupo de ciudadanos. Organizaciones internacionales como The
World Justice Project, con sede en Washington, han analizado la ineficiencia
judicial. En su índice de justicia criminal de 97 países Venezuela está de
último.
El presidente Maduro en medio de una crisis política y social sacó a las
calles la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) con operativos conjuntos
entre cuerpos de policía civil y militar. Esto luego de una veintena de planes
de seguridad que han fracasado durante la ultima década y media. Han pasado
tres meses desde que se inicio el ultimo y los resultados todavía se están
midiendo, pero para muchos es el plan contra el crimen que mejor ha funcionado.
Sin embargo se cree que es tan solo una maniobra electoral de cara a las
próximas elecciones que renovaran la Asamblea Nacional, previstas para el
próximo mes de diciembre (texto do jornalista do ABC, JORGE BENEZRA, com a
devida vénia)
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