Segundo o El Mundo, "una hipotética independencia de Cataluña supondría "efectos muy adversos" para su sistema financiero, con un severo riesgo de fuga de depósitos, imposibilidad de financiar el crédito e incapacidad de las entidades catalanas de pedir dinero en el BCE y en los mercados de capitales. Este es el diagnóstico de una nota de análisis titulada 'La intermediación financiera ante la hipótesis de la independencia de Cataluña' elaborada por el Instituto de Macroeconomía y Finanzas (IMF) de la Universidad Camilo José Cela. El documento, firmado por Carmelo Tajadura, subdirector del IMF, señala que en Cataluña existen tres entidades financieras en las que el poder de decisión radica en esa región: Caixabank, Sabadell y Catalunya Banc. Las dos primeras son relativamente sólidas y tienen una fuerte presencia fuera de esa comunidad autónoma. Según Tajadura, más del 60% del negocio de Caixabank se realiza fuera de su región de origen. Aunque no se disponen de cifras para el Sabadell, "es seguro que tiene también una fuerte presencia fuera de su región de origen por las numerosas incorporaciones efectuadas (Herrero, Atlántico, Guipuzcoano) y sobre todo tras la compra de la CAM". En estas tres entidades –Catalunya Banc es una entidad arruinada que ahora está en manos del Frob-, la cifra de crédito otorgado es muy superior a la de los depósitos, "fenómeno generalizado en la banca española tras la fuerte expansión crediticia financiada con la emisión de valores y recurso a los mercados". Pero en Cataluña operan todas las entidades españolas. Según los datos del Banco de España, en Cataluña se ha otorgado el 19,06% de los créditos concedidos en España (339.565 millones) y se han aportado el 16,21% de los depósitos (187.336 millones). Los depósitos sólo suponen el 55% de los créditos y es la sexta comunidad autónoma en la que más reducido es ese porcentaje, lo cual supone que es una de las que menor autofinanciación del crédito presenta detrás de Murcia, Canarias, Andalucía, Baleares y Valencia. En el caso de la Comunidad de Madrid, la tasa de autofinanciación es del 74,09%. Además, la brecha entre créditos y depósitos es la más elevada de todas las comunidades autónomas, más de 150.000 millones, el 76% de su PIB regional. Este importe está siendo tomado de los depósitos del resto de España, de los mercados de capitales, de la emisión de títulos o del recurso al BCE, que en el caso de estas tres entidades era de 65.500 millones de euros al 30 de junio de 2012. El documento afirma que "en esta situación, la hipótesis de independencia... podría derivar en consecuencias muy adversas para su sistema financiero". Y describe cuatro: primero, una fuga de capitales en el resto de España que afectaría a Caixabanc y Sabadell y que "no podría ser contrarrestado por el flujo contrario que podría producirse en Cataluña como consecuencia fundamentalmente de la confianza en las grandes entidades Santander o BBVA". En segundo lugar, la incertidumbre del proceso independentista minaría la capacidad de sustituir a corto plazo esos fondos en los mercados de capitales. En tercero, el flujo de fondos del resto de España dejaría de ser una fuente estable de financiación como parece serlo ahora. "Incluso en el caso más favorable de una independencia pactada, la reticencia de los mercados, ante el incremento de la incertidumbre, les haría retraerse, al menos a corto plazo", asegura el informe".