
El electorado del PP se muestra bastante crítico y poco satisfecho con algunos rasgos del Estado autonómico y proclive a corregir sus «excesos». Así, ocho de cada 10 votantes del PP (80,5 por ciento) afirman que no quieren «mayor autonomía» de las Comunidades. Entre todos los españoles, el 67,6 por ciento se decanta en contra de incrementar los poderes autonómicos. Tan solo el 16,6 por ciento de los españoles prefieren una «mayor autonomía». Únicamente en Cataluña y País Vasco los ciudadanos piden de forma mayoritaria más autogobierno. En Galicia, sin embargo, los partidarios de una «menor autonomía» doblan a los favorables a una «mayor autonomía». Al examinar si la creación y desarrollo de las Comunidades Autónomas es «más bien positivo», «más bien negativo» o «ni positivo ni negativo», hay más electores del PP (39,2 por ciento) que lo consideran «más bien negativo», frente a los que lo ven «más bien positivo» (36,2 por ciento). En el barómetro autonómico anterior, el de 2005, creían que era «más bien positivo» el 59,3 por ciento de los electores del PP, 23 puntos más que ahora, mientras que respondían «más bien negativo» un 25,2 por ciento de estos votantes, 14 puntos menos que ahora. También en el electorado del PSOE se ha seguido la misma evolución: el 21 por ciento responde ahora que el desarrollo de las Comunidades ha sido «más bien negativo», 10 puntos más que hace cinco años. La mayoría (55,4 por ciento) opta por la visión positiva, aunque hace cinco años era el 76,5 por ciento. Entre las razones que explican estos juicios negativos se citan el incremento del gasto público, el aumento de la burocracia y el «mal funcionamiento» de las Comunidades, algo que se relaciona con la crisis. La opinión crítica respecto al Estado de las Autonomías se ve en otras preguntas. El 62,9 por ciento de los electores del PP están muy o bastante de acuerdo en que las Comunidades han contribuido al desarrollo de los separatismos, 4 puntos más que en 2005. En el PSOE también gana esa posición, con un 44,9 por ciento, 6 puntos más que cinco años antes. En cuanto al funcionamiento del Estado autonómico, el 25,4 por ciento de los votantes del PP dicen que está «bien» o «muy bien», 20 puntos menos que en 2005. Un 26,1 por ciento responde que funciona «mal» o muy mal», 14 puntos más que hace cinco años. En el electorado del PSOE, un 39,3 por ciento dice que funciona «bien» o «muy bien» (en 2005 era el 56,4 por ciento) y un 11,6 por ciento responde que «mal» o «muy mal» (antes era el 5,9 por ciento). El resto se queda en «regular».
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