terça-feira, agosto 05, 2014

Panjin, la playa roja de China.



Una reserva natural de 26 kilómetros de largo cerca de la desembocadura del río Liaohe esconde uno de esos lugares que, si no fuera porque estás ahí delante viéndolo, jurarías que no existe. Se trata de la playa de Panjin, también conocida como ‘la playa roja’, y todo porque en otoño se transforma el terreno en un manto de ese color. Es una tonalidad causada por un alga que crece en la superficie del agua y que se aposenta en las orillas y zonas bajas. Durante la primavera y el verano, se mantiene verde, como si fuera hierba, pero la falta de nutrientes la empieza a secar y, poco a poco, va perdiendo ese color para tornarse rosácea, primero, y de un carmesí intenso, después. El resultado, un manto único que se puede visitar gracias a unas pasarelas de madera que se han construido expresamente para el turismo (fonte: ABC)