quarta-feira, agosto 27, 2014

Dimite el alcalde de Berlín por el escándalo de sobrecostes del nuevo aeropuerto...

Escreve o ABC: «Gut so» («Y está bien así») titula su primera noticia el portal más leído de Alemania «spiegel.de» que se refiere al anuncio de dimisión del alcalde socialdemócrata de Berlín Klaus Wowereit: el 11 de diciembre será el último día que Wowereit esté a cargo de la ciudad-estado, sede del gobierno y del parlamento alemanes y domicilio de la canciller democristiana Angela Merkel. «Y está bien así», ya que el descontento a su gestión esperaba hace meses la anunciada renuncia. El imparable turismo, el alza continua del precio de los alquileres, el descontento por la gentrificación y la falta de medidas radicales para detenerla han aupado la renuncia de Wowereit. Con trece años al frente de la capital de Alemania, Wowereit es el jefe de un estado federado con más años en el cargo y el autor del eslogan «Berlín: pobre, pero sexy». Su popularidad, aumentada por el conocimiento público de su homosexualidad –su pareja es el neurocirujano Jörn Kubicki cercano a los liberales del FDP–, cayó en picada tras el fiasco del aeropuerto de Berlín, el principal proyecto de su mandato: el semanario Der Spiegel afirmó en junio que el nuevo aeropuerto –que debía inaugurarse en 2011 y no abrirá sus puertas antes 2016– tendrá un nuevo sobrecoste, esta vez de mil millones de euros. El alcalde de 60 años con su amplia sonrisa se transformó en uno de los políticos más populares del país muy conocido también en el extranjero. Tanto así que varias veces fue considerado para relevar a Merkel en la Cancillería. El diario berlinés Tagespiegel ya ha adelantado que será el presidente de los socialdemócratas de Berlín, Jan Stöss, quien lo sucederá en el cargo que Wowereit dejará dos años antes que termine su mandato. Tras su tercera reelección en septiembre de 2011, el alcalde saliente gobierna en coalición con los democristianos, una réplica de la coalición de gobierno federal"