

Este es un problema que terminará por aflorar antes o después y convertirá en una broma niveles de endeudamiento soberano que en la actualidad se consideran insostenibles. Especialmente sangrante será el caso anglosajón, Estados Unidos y UK principalmente, donde a los compromisos derivados de los sistemas públicos de pensiones hay que añadir los que nacen de la generalizada implantación de planes empresariales privados, en la mayoría de los casos con unos agujeros de tamaño familiar entre disponible y comprometido que la baja rentabilidad de los bonos y el colapso de las bolsas no hacen sino engordar. La supervivencia futura de algunos grandes conglomerados pende sorprendentemente de este hilo. Aunque ese no es el cuerpo central del análisis de Simon Hunt, me parece el elemento más relevante y distorsionador, si bien todo el post merece una lectura detallada. Más cuando se hace eco de la tesis del propio BIS de que deudas públicas por encima del 85% del PIB afectan negativamente al crecimiento de la economía. De las tesis del invitado de Mauldin cabe extraer cuatro conclusiones: la reforma del sistema de pensiones es urgente e inaplazable y pasa por un fomento del ahorro para la jubilación; naciones con un nivel de endeudamiento privado menor y tasas mayores de ahorro están mejor preparados para afrontar el tsunami que se avecina (esa es la ventaja de Alemania frente a España); el fomento de la natalidad debería ser una prioridad política en el mundo desarrollado; el dominio de Occidente, tal y como lo entendemos hoy, está abocado de lo contrario a morir de viejo, nunca mejor dicho. La década de prosperidad que el inglés prevé del 2018 en adelante no será para todos" (texto de S. McCoy, publicado aqui, com a devida vénia)
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