quinta-feira, março 07, 2013

Venezuela: «Aló, Presidente», el «reality» de Chávez

Li no ABC que “en las más de 1.600 horas de programa, desde mayo de 1999, el mandatario ha atendido en directo casi un millar de llamadas. La oposición denuncia la ventaja que supone su control de los medios públicos. Un Hugo Chávez con traje y corbata, gafas, 13 años más joven, recién llegado al poder el 23 de mayo de 1999, hacía la señal de la cruz en un estudio de la sede de Radio Nacional de Venezuela, minutos antes de iniciar la andadura de su histórico programa «Aló, presidente». Eran las ocho menos veinte de la mañana, y el mandatario venezolano intervenía por primera vez ante los oyentes. Tras los agradecimientos a sus «queridos compatriotas», Chávez anunciaba que el programa nacía «para llevar la voz, para llevar la verdad, para llevar nuestras angustias, nuestras impresiones».
«Aló, presidente» ha cumplido 13 años en este 2012, un tiempo en el que el «primer comunicador del país», como califica a Chávez la web del Ministerio de Información, ha recibido en directo 996 llamadas. El programa ha tenido 378 ediciones, o 1.656 horas y 44 minutos de transmisión, «el equivalente a 69 días ininterrumpidos de conexión directa entre el Presidente y el pueblo», según el Gobierno, que lo considera un «referente en materia de comunicación». «Aló, presidente» ha «recibido» más de 25.000 cartas. «A muchas se les dio respuesta al aire», afirma el programa. Fue en agosto de 2.000 cuando, en su edición número40, «Aló, presidente» dio el salto de la radio a la pequeña pantalla, por medio de la cadena Venezolana de Televisión. A partir de entonces, «el jefe de Estado venezolano aprovechó la tribuna de Aló, Presidente para informar a todos sobre sus acciones políticas», un aspecto que la oposición ha criticado frecuentemente. Mientras el propio programa destaca en Facebook «la elocuencia, vivencias y ocurrencias de su moderador», y el «ejemplo para el mundo» que supone el éxito de la emisión, los contrarios a Chávez consideran que tener un programa semanal de cerca de seis horas (aunque no tiene una duración determinada) en la televisión pública supone una gran ventaja. El presidente controla, además, unos 450 medios. Y las tres cadenas de televisión y radio independientes deben transmitir gratis 10 minutos diarios de avisos publicitarios que elogian la obra del Gobierno. Pese a su claro fin propagandístico y los altos niveles de adoctrinamiento que despliega, el programa ha dejado un puñado de momentos que merece la pena recordar. Uno de ellos se produjo al charlar Chávez con un niño pequeño que se había acercado al presidente durante el programa -«¡Déjalo, que él viene para acá!»-:
- ¿Qué tú haces aquí? ¿Qué me traes?
- Galleta...
- ¿Galleta? Bueno, dame galleta, pues...
El niño se mete entonces la mano en la boca y ofrece al presidente un trozo de la galleta que estaba masticando, entre las risas del público. Chávez no duda en aceptar el ofrecimiento y comenta luego: «Lo que es un niño, ¿ven? La generosidad... Luego viene la sociedad capitalista y nos enferma de egoísmo. Pero él comparte lo que tiene en la boca». «Benditos sean los niños», concluye. El mandatario no ha dudado tampoco en apelar ante su audiencia a las supuestas raíces cristianas del socialismo. En su opinión:
- ¡Cristo era socialista! ¡Cristo era socialista! ¡Los profetas fueron socialistas! Los profetas salieron a luchar por los pobres, contra los ricos... es la lucha de clases. Y aquí estamos en la misma lucha... ¿Verdad que es lo mismo?
En ocasiones ha preferido no contestar ciertas preguntas de medios internacionales, como cuando un periodista británico le preguntó en directo por qué Venezuela dona dinero y recursos a otros países en vez de invertirlos en el propio territorio venezolano:
- Mira, es una pregunta estúpida...
- Es una... es una pregunta de la oposición en Londres...
- Está bien, sí, pero yo no voy a responder a estupideces, porque terminaré siendo yo un estúpido también. Es decir, es una pregunta totalmente estúpida... que no merece una respuesta, porque el que la responda, el que trate de responderla termina siendo un estúpido también [ríe], ¿no?... No tengo respuesta para estupideces.
- Ok... entonces...
- Sí, ¿ok? No tengo... es una estupidez. Cualquier persona que tenga cuatro dedos de frente... [ríe]... sabe que es una estupide
También ha reivindicado ante su público el «trabajo voluntario» -«hoy es domingo y nadie nos está pagando a nosotros», afirma-, llegando a denunciar durante la emisión que los cámaras «del canal 8» cobren por hora, «una cosa perversa».
- Mírame, mírame, camarógrafo. Ustedes, ustedes tienen un vicio [señalando al cámara con el dedo]. El canal 8 se ha hecho prácticamente insostenible por los costos, porque... ¿Cuánto es que cobran por hora? Dime, dime, Andrés... [al público] ¡Oigan estas degeneraciones, que están vivas! [responde] ¡Fíjate tú! ¡Ocho horas por cada hora extra! ¡Ve!
Pero quizás la intervención más recordada de Chávez en «Aló, Presidente», por la agresividad que entonces desplegó el mandatario contra su archienemigo George W. Bush, fue cuando insultó en directo al entonces presidente estadounidense:
- Te metiste conmigo, pajarito... Tú no sabes mucho de historia, tú no sabes mucho de nada... Una gran ignorancia es la que tú tienes. ¡Eres un ignorante, Míster Danger! ¡Eres un burro! [...] ¡You are a donkey, Míster Bush! [...] Te voy a decir algo, Míster Danger, tú eres un cobarde, ¿sabes? [...] ¡Cobarde! ¡Asesino! ¡Genocida! Eres un genocida... ¡Eres un alcohólico, Míster Danger!... es decir, ¡eres un borracho! ¡Eres un inmoral, Míster Danger! ¡Eres lo peor, Míster Danger! [ríe] ¿Cómo se dice de lo peor en inglés? ¡The last! ¡You are the last, Míster Danger!”.
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