No han pasado ni
24 horas desde el asesinato del joven de 14 años Kluiver Ferney Roa tras
recibir un tiro en la cabeza supuestamente realizado por un agente de la
Policía Nacional Bolivariana y decenas de venezolanos se han echado a la calle
para despedirle entre lágrimas y aplausos.
Antes de ser enterrado, el punto exacto donde fue asesinado se ha
convertido en lugar de peregrinaje y donde se ha realizado una vigilia en su
honor. Hasta este punto, situado en el Barrio Obrero de San Cristóbal, la
familia de Kluiver ha trasladado el féretro para despedirlo poco después con
una ceremonia cristiana en la que los Boy Scouts a los que pertenecía han
tenido un papel muy activo (El Confidencial)