
Subida de impuestos
La crisis tiñe todo lo relativo a la política económica. La ministra salió al paso de las últimas declaraciones del ministro de Fomento y número dos del PSOE, José Blanco, partidario de subir los impuestos a las rentas altas. Salgado ha desautorizado a Blanco -"es una reflexión puramente personal" del ministro de Fomento, dijo-, pero ha preparado el terreno para algo que parece cantado: el anuncio de una nueva subida de impuestos en otoño, dentro de los Presupuestos Generales del Estado y en la nueva Ley de Economía Sostenible. Salgado no ha confirmado que vayan a subir los impuestos a las rentas altas -"las rentas altas ya pagan más en el actual sistema fiscal", destacó-, pero ha dejado bien claras las intenciones del Gobierno: "Habrá que seguir haciendo un esfuerzo fiscal generoso". Con el déficit público creciendo a toda velocidad, eso se traduce en medidas de austeridad (como la congelación del sueldo de los funcionarios), el mantenimiento del gasto social (como las nuevas ayudas a los parados) y con novedades fiscales: "Pondremos en consideración todas las figuras impositivas, sin apriorismos, teniendo en cuenta la situación económica y que la prioridad es la recuperación del crecimiento". En plata, eso es subir impuestos.
Traje a medida de Cataluña
Las críticas por parte del PP se han centrado en las cifras, en los millones efectivos que cada comunidad autónoma recibirá del Gobierno central. O más bien en su ausencia. Cristóbal Montoro, portavoz de asuntos económicos del principal partido de la oposición, ha criticado que el Gobierno no cuantifique el nuevo sistema de financiación, algo que es, en su opinión, imprescindible, ya que la financiación autonómica es "la cuantificación de la convivencia entre los españoles". En su respuesta, la vicepresidenta económica ha asegurado que no es posible dar las cifras de momento porque todavía no se ha liquidado el presente ejercicio pero que, en cuanto se haga, se aportarán "igual que hicieron ustedes en su día". Salgado ha asegurado, no obstante, que los cálculos de su ministerio coinciden con lo expresado por los distintos responsables regionales, lo que confirmaría, por ejemplo, la cifra que hizo pública en su día la Generalitat: 3.687 millones adicionales. Montoro también ha criticado el proceso que ha llevado al nuevo sistema ya que, en su opinión, se ha negociado con los partidos políticos, no con los gobiernos regionales. El motivo ha sido la necesidad del Ejecutivo de "mantener el tripartito catalán y garantizar que los presupuestos de 2010 salgan adelante". El portavoz del PP ha acusado a Salgado de hacer un "traje a medida para los catalanes" a quienes ha advertido de que no van a ver nunca los manidos 3.687 millones de euros extra.
Sin acuerdo entre los grupos catalanes
Si el PP ha arremetido contra el supuesto favoritismo hacia Cataluña del nuevo sistema, CiU ha criticado justo lo contrario. Según su portavoz, Josep Sánchez Llibre, los catalanes "compraron un edificio amplio y se encuentran un aparatoso decorado de cartón piedra", en referencia al nuevo estatuto de autonomía aprobado durante la pasada legislatura y que, en su opinión, la nueva financiación incumple flagrantemente, algo que ha negado tajantemente la vicepresidenta. Desde el grupo formado por ERC, IU e ICV, sin embargo, han primado los elogios al nuevo sistema. El portavoz de los ecosocialistas, Joan Herrera, ha asegurado durante su intervención que el principal problema del nuevo sistema ha sido su demora, pero se compensa, en su opinión, porque "se ha puesto fin a la estrategia cortoplacista" que puso en práctica CiU cuando gobernaba en Cataluña y "solo se ha dicho que 'sí' cuando la propuesta era atractiva".
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