En
menos de 24 horas, el ex canciller del gobierno interino cambió su propuesta
señalando que el presidente encargado no debía desaparecer. El ex canciller del
gobierno interino de Venezuela, Julio Borges, ha moderado sus críticas. En
menos de 24 horas cambió su propuesta de «debe desaparecer la noción del
gobierno interino de Juan Guaidó» a la de que el líder de oposición se
convierta en un líder simbólico de la resistencia democrática venezolana.
Tras su renuncia anunciada el pasado domingo, el presidente interino y de la Asamblea Nacional Juan Guaidó sustituyó de inmediato al excanciller por los embajadores Isadora Zubillaga, acredidata en Bruselas, y Antonio Ecarri en Madrid, que le reportarán directamente. Además el Parlamento legítimo creó una oficina temporal de relaciones exteriores y emitió un comunicado de respaldo a su presidente. En una rueda de prensa convocada, Borges detalló su postura durante dos horas y media desde su exilio en Bogotá.
A
una pregunta de ABC el excanciller bajó el tono, señalando que Guaidó no debía
desaparecer sino convertirse en un símbolo de resistencia democrática ante la
dictadura para continuar defendiendo a Venezuela en los juicios
internacionales. Sin embargo, en un tono catastrófico alertó que el gobierno
interino de la oposición tiene un plazo de 20 y 25 días para no morir si antes
del 4 de enero no reforma el estatus de transición que lo constituyó en el
2019.
«Nadie
nos va a salvar si no hacemos la tarea de actualizar el estatus. Hay que tomar
en cuenta mi alarma para no desaparecer. La comunidad internacional me pregunta
que cuándo vamos a modificar el estatus. Si no lo hacemos perderemos su apoyo»,
sentenció.
Los
dirigentes de oposición no se hablan
Julio
Borges reconoció que fue duro el domingo, pero hoy está mucho más moderado.
Resaltó que su salida del gobierno encargado de Juan Guaidó tiene el objetivo
de sacudir a la oposición del estancamiento en que se encuentra. Señaló que la
sacudida que dio también busca que «los dirigentes de la oposición que no se
hablan, refirió el caso de Henrique Capriles con María Corina Machado, de
Capriles con Leopoldo López y con Guaidó, vuelvan a unificar esfuerzos».
Dijo
que los partidos políticos deben salir del manejo administrativo de los activos
de Venezuela en el exterior como la empresa Monómeros en Colombia y Citgo en
Estados Unidos porque propician «la corrupción» y debe dejarse en un
fideicomiso.
Borges
dijo que la oposición tiene que prepararse para las elecciones presidenciales
del 2024 para sacar a Maduro pero no descarta que el proceso comience antes el
próximo año con el referendo revocatorio, cuyo éxito dependerá de la
negociación que acuerden las partes en el diálogo de México.
La
suerte de Borges está echada y es irreversible tras su renuncia de la
cancillería. En adelante el coordinador nacional de Primero Justicia se ocupará
de ser el «armador», el puente que enlazará a las organizaciones políticas para
lograr la ansiada unidad de la oposición (ABC, texto da jornalista LudmilaVinogradoff)
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