
LA VERDAD es que si desde nuestra posición de patronal del transporte de mercancías de la isla de Tenerife miramos hacia atrás, no más allá de ocho meses, hemos de reconocer que parecía que con el arranque de la Ley del Transporte para Canarias se aproximaba la solución a nuestros problemas. Ahora debo decir que fuimos demasiado crédulos, porque los problemas siguen estando ahí y, sobre todo, el pequeño transportista de mercancías, ese autónomo que debe pagar todos los meses el impuesto revolucionario de la Seguridad Social, se encuentra con un futuro nada claro. Es más, esos pequeños transportistas nos hallamos ante un oscuro, muy oscuro, presente en nuestro día a día, donde la competencia desleal y el ilegal nos aplasta; es más, las autoridades, ante esta situación nefasta para la profesión, no logran encontrar una solución definitiva. Si sumamos a todo esto la subida de precios en combustible, podemos dar una objetiva predicción: "El transporte de mercancías vuelve a soportar un comienzo de crisis".
En la Mesa de Transporte que nos reunía hace unos días comentábamos una serie de problemas a quienes presidían dicha Mesa: el consejero de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias, el viceconsejero de Infraestructuras y Planificación, Álvaro Dávila, y la directora general de Transporte, Rosa Dávila.
En primer lugar, "es de buen nacido ser agradecido", máxima que me han enseñado a mí mis mayores en esta tierra. Ante esto, he de reiterar que antes de la Ley del Transporte para Canarias por la que tanto ha luchado la que sigue siendo directora general de Transporte, Rosa Dávila, poco había. Por lo que hemos de insistir en nuestro agradecimiento hacia su trabajo. Sin embargo, he de seguir gritando para que nos oigan a los más de 800 camioneros que conformamos Fetrante: el transporte de mercancías, sobre todo el autónomo, está ante una gran debacle. Por lo tanto, he de insistir en que necesitamos un apoyo urgente de nuestras instituciones: ayuntamientos, cabildos y Gobierno de Canarias.
En la tan comentada primera Mesa de Transporte de este curso, los responsables de la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno de Canarias tomaron nota de nuestros problemas y carencias en el día a día de nuestra profesión: el tan sonado tacógrafo que en Canarias habrá de adaptarse a las necesidades de nuestros transportistas, que no son las mismas que las del resto del Estado; las tarjetas profesionales del transporte, que en Canarias siguen sin existir, la llamada Tarjeta Nacional Especial Canaria; los problemas particulares del transportista, profesional "autónomo"; y, por último, la norma con la que se rizará el rizo de nuestra profesión, la formación continua, que pronto se exigirá al transportista para que pueda ejercer su trabajo diario. Son los mismos problemas que venimos sufriendo desde hace ya hasta cuatro años y algunos de ellos se trasladan aún más allá en el tiempo. A estos problemas se unen dos que son la guinda de la tarta que nos encontramos todos los días en la carretera: los ilegales y la competencia desleal. Un hecho evidente que está ahí y al que nadie le pone fin.
Creo que ha llegado el momento de coger el toro por los cuernos, y el toro no sólo nos toca cogerlo a los transportistas, sino también a quienes nos representan y están ahí porque han sido votados por nosotros. Si no se pone solución, la crisis que está pasando ahora nuestro sector nos terminará por ahogar y el transporte del pequeño y mediano empresario desaparecerá, pasando a la historia de nuestra tierra.
Vuelvo a repetir: la solución la tienen nuestros representantes aquí y nuestros representantes en el Gobierno central, que son quienes han de llevar nuestros problemas y peticiones a Madrid, incluida nuestra Delegación del Gobierno, para que el partido que está ahora en el Gobierno nos escuche y cumpla con su cometido, que es no permitir que una profesión con solera, la de camionero, desaparezca en Canarias.
(*) Presidente de la Federación de Transportistas de Tenerife, Fetrante (fonte: artigo publicado no "El Dia")
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