Segundo o El Confidencial,
“David Cameron eligió ayer Aberdeen para pronunciar su último ruego unionista
antes del referéndum de independencia que Escocia celebra el jueves. En
febrero, la ciudad ya fue escenario de la reunión de su gabinete de ministros.
El Ejecutivo no se reunía en Escocia desde los tiempos de David Lloyd George,
en 1921. Por su parte, Alex Salmond también decidió celebrar en el mismo punto
el congreso del Partido Nacionalista Escocés (SNP) de primavera. Está claro.
Desde los años setenta, Aberdeen no es una ciudad cualquiera al norte de la
frontera. Es la capital del petróleo europea y como tal se ha convertido en una
de las grandes protagonistas del debate. Tras el histórico plebiscito, ¿cuál
será el futuro del oro negro? Las visiones de nacionalistas y unionistas al
respecto no pueden ser más diferentes. Unos y otros han tirado de informes de
lo más diversos cuyas predicciones para los próximos años son o de lo más
positivas o de lo más catastrofistas. No hay término medio. Pero vayamos a las
cifras objetivas que existen hasta la fecha para poder valorar la situación.
Se estima que
podría haber hasta 24 millones de dólares más en reservas sin explotar. La
industria emplea a 450.000 personas en todo el Reino Unido y en 2012-13 pagó
6.500 millones de libras en impuestos al Gobierno de Londres Desde que las
primeras licencias fueron emitidas para la extracción de petróleo y gas del mar
del Norte en 1964, se han producido cerca de 42.000 millones de barriles. Se
estima que podría haber hasta 24 millones de dólares más en reservas sin
explotar. La industria emplea a 450.000 personas en todo el Reino Unido y en
2012-13 pagó 6.500 millones de libras en impuestos al Gobierno de Londres. El
crudo de la región suministró el 67% de la demanda petrolera del Reino Unido en
2012 y el 53% de las necesidades de gas de todo el país. Si los ingresos del
petróleo se incluyen en las cifras del PIB, Escocia genera más por habitante
que el Reino Unido en su conjunto (26,424 libras frente a 22,336). Si se
excluyen, la diferencia es mínima (20,571 libras frente a 20,873).
Una producción en
declive
Desde su pico en
1999, la producción de crudo ha disminuido constantemente. Los trabajos de
mantenimiento en la infraestructura y una serie de accidentes de helicópteros
han causado paradas temporales en los últimos años. Por otra parte, también se
ha puesto mayor atención a la salud y seguridad a raíz de la catástrofe del
Golfo de México en 2010. El informe sobre la industria publicado por Sir Ian
Wood (bajo encargo del Gobierno de David Cameron) hizo una serie de
recomendaciones, como la creación de un nuevo organismo regulador independiente
y una mayor inversión en infraestructuras para mejorar la eficiencia y explotar
reservas vírgenes. Basándose en este análisis, el primer ministro británico ha
anunciado la aceleración de medidas para maximizar la extracción, que ha caído
un 38% en los últimos tres años por la dificultad de acceder a las reservas.
Cameron también se ha comprometido a facilitar la cooperación con el sector
privado para lograr extraer entre 3.000 y 4.000 millones de barriles
adicionales, lo que se calcula que reportaría un beneficio para la economía británica
de 200.000 millones de libras (242.000 millones de euros) en 20 años. En este
sentido, el jefe del Ejecutivo asegura además que el Reino Unido, al ser “una
de las diez primeras economías del mundo”, está en mejor posición que Escocia
para asumir la inversión requerida así como la volatilidad del mercado, que en
2013 motivó la pérdida de un 40% de los ingresos por impuestos para el fisco
británico.
Fondo soberano al
estilo noruego
Por su parte,
Salmond insiste en que una Escocia independiente podría soportar la volatilidad
de los precios. El objetivo del nacionalista es crear un fondo soberano al
estilo noruego (uno de los más grandes del mundo), dejando a un lado la décima
parte de los ingresos del petróleo y el gas cada año para ayudar a compensar
algunos de los problemas causados por las fluctuaciones del mercado. El fondo
se incrementaría cada año con unos 1.000 millones de libras. Un informe de
octubre pasado de la Comisión Fiscal del Gobierno escocés defendió la creación
de dos fondos del petróleo: uno para estabilizar a corto plazo esos choques y
otro a largo plazo para garantizar que futuras generaciones se beneficien
también del petróleo. El líder separatista estima que prácticamente todo el
crudo y la mitad del gas procederá de pozos situados en territorio escocés. Pero
¿cuál sería el territorio escocés? La formación de Salmond alega que, si se
traza una línea hacia el este desde el punto en el que la frontera de Escocia e
Inglaterra llega a la costa norte de Berwick, la división del fondo marino
daría a Escocia el control sobre casi todos los yacimientos de petróleo y gas
del mar del Norte. La formación de Salmond alega que, si se traza una línea
desde el punto en el que la frontera llega a la costa norte de Berwick, la
división del fondo marino daría a Escocia el control sobre casi todos los
yacimientos de petróleo y gas del mar del Norte Los nacionalistas, que reclaman
el 90% de los yacimientos, afirman que el mar del Norte generará alrededor de
54.000 millones de libras de ingresos en los próximos cinco años, mientras que
valora su base de activos en alrededor de 1 billón de libras incluidas las reservas
restantes.
Por otra parte, en
caso de independencia, Edimburgo tiene intención de pedir a Reino Unido que
contribuya a financiar la eliminación de 300 viejas plataformas petroleras y
los oleoductos. Se trata de un escenario que, según los expertos, plantea
enormes complicaciones desde un punto de vista burocrático, por no mencionar el
inmenso coste económico.
La “histórica”
deuda de Londres
Se estima que una
Escocia independiente ganaría unos 50.000 millones de dólares anuales por el
crudo, pero la eliminación de las infraestructuras inutilizables ascendería a
60.000 millones de dólares (46.000 millones de euros). Fuentes del Gobierno
escocés consideran, sin embargo, que Londres ha contraído una deuda histórica.
“A precios de hoy, los sucesivos Gobiernos británicos han acumulado, en
conceptos de impuestos por gas y crudo, unos 300.000 millones de libras. Es
justo, por lo tanto, que el Gobierno escocés solicite una contribución
razonable para costear la decomisión del mar del Norte”, ha explicado un
portavoz. De momento, el Tesoro británico no ha respondido de manera oficial,
pero sí ha querido recordar la existencia de un informe que apunta a que los
ciudadanos de una Escocia independiente tendrían que aportar más de 3.800
libras por persona para financiar el desmantelamiento: diez veces más que el
coste que supondría al total de ciudadanos contando a los de Reino Unido. Las
compañías que operan en el mar del Norte han avisado de que esperan que sea
cual sea el resultado no perturbe demasiado la calma. Dos gigantes como BP o
Shell han asegurado que reducirán sus inversiones en Escocia si se independiza”