sexta-feira, outubro 26, 2012

Canárias: los abuelos sostienen las familias

Segundo o La Provincia, "las familias canarias hacen piña ante la adversidad para socorrer a sus allegados envueltos en una espiral de desempleo y ahogamiento por no poder hacer frente a los pagos básicos de alimentación, hipoteca o alquiler de una vivienda, luz y agua. Cada vez son más los que regresan a casa de sus padres tras quedarse en paro, hacen cola ante las organizaciones no gubernamentales para pedir una bolsa de comida o incluso quien sólo tiene un euro para echar gasolina en su vehículo. El escenario es "alarmante" e "insostenible", según los expertos y representantes de entidades sociales, que advierten de que la situación socioeconómica en el Archipiélago se agravará a medio plazo. Los datos que desvela la Encuesta de Condiciones de Vida de 2012, dadas a conocer el lunes por el Instituto Nacional de Estadística, son muy reveladores: un 33,8 % de los ciudadanos que habitan en Canarias vive con menos de diez euros al día, una tasa de pobreza superior a la media nacional (21,8%) y una de los mayores índices de Europa. Además, el 60,8 % de los hogares canarios no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos como una avería en la lavadora o en el coche. El 53,4 % no puede disponer de al menos una semana de vacaciones al año fuera de casa. El 8,5 % se ven obligados a retrasar el abono de recibos vinculados a la vivienda y el 19,1 % sufre mucha dificultad para llegar a fin de mes. Además de la red familiar que evita una revuelta social en las Islas, otro factor es la economía sumergida, señalan, que ronda el 25 % y que ayuda a subsistir. Y lo peor está por llegar, alertan los sociólogos, para quienes los recortes a la educación, sanidad y servicios sociales terminará de hundir el estado del bienestar.
La secretaria general de Caritas Diocesana en Canarias, Fátima Díaz, lo tiene claro: "La situación se mantiene estable porque las familias amplias están sirviendo de colchón". En su opinión, las familias con problemas acuden a su propio clan, abuelos, hermanos y amigos más cercanos, entre otros, para que les auxilien. Cuando esa vía acaba, una de las alternativas es dirigirse a entidades como Cáritas para pedirles que les paguen un recibo o el comedor o material escolar de los niños. Según Díaz, "se está produciendo un mayor hacinamiento en las casas y el empeoramiento de las condiciones de vida". Lamenta que las medidas que van adoptando el Gobierno central y el regional "agudizan" la crisis, como es el caso del copago farmacéutico, que afecta a unos padres pensionistas, además de al resto de miembros de la unidad familiar. Para la portavoz de Cáritas, la política de recortes sólo obedece a una dimensión macroeconómica y "deja al margen la realidad de las personas". Ante ello, las familias canarias están "amortiguando" el golpe y "haciendo que la situación no parezca muy crítica". "Están haciendo encajes de bolillos para llegar a final de mes y superando lo imposible", asevera. Cáritas atendió en 2011 a 50.000 personas -el doble de 2007- y han aumentado en un 40 % las familias que acuden por primera vez a la institución.
Miguel Guerra
El sociólogo Miguel Guerra considera que el "colchón" que atenúa los efectos de episodios de necesidad se encuentra en el Estado del bienestar "que ha venido funcionando con los distintos tipos de pensiones o ayudas, por ejemplo para libros". A ello añadió el papel "relevante" de organizaciones sociales, como Cáritas y el Banco de Alimentos, y las propias familias, que "juegan un papel de apoyo fundamental", así como los vecinos y la colaboración de las parroquias y rastros. Igualmente, el experto reconoce que la economía sumergida mitiga que el estallido social no sea "más evidente". De lo contrario no se entenderían los terribles datos de pobreza y del elevado número de familias que no reciben ningún tipo de prestación por desempleo. En todo caso, estima que la situación de pobreza en el Archipiélago "va a peor". "No hay ningún dato en este momento que permita tener un mínimo de luz", vaticina Guerra, que, no obstante, excluyó del "empobrecimiento general" a aquellos que están "en la cúpula de la pirámide", mientras que los que están debajo estarán "todavía más aplastados". Respecto a los ajustes que atenazan al sector público, calificó de "disparate" la destrucción de empleo en este ámbito, que implicaría también un perjuicio en los servicios esenciales. Está convencido de que ante la "desesperación de no poder comer o alimentar a sus hijos una persona hace lo que sea", una coyuntura que cree que "está contenida" en las Islas, pero eso no significa que con "un agravamiento progresivo como el que se vislumbra" pueda desembocar en hechos de inseguridad ciudadana. Si se sigue apretando el cinturón de los ciudadanos, se restringen las ayudas y crece la tasa de paro -ahora en el 33 %-, se crearán problemas de violencia en la calle, coincide el sociólogo Juan Ezequiel Morales, que subraya que aún no se han superado los porcentajes de desempleados registrados a mediados de la década de los 90. "La economía sumergida es lo que nos está salvando y también se le pide dinero a los padres porque no hay otra salida", anota. Las crisis son "cíclicas", apunta el filósofo, que admite que ésta está siendo "algo fuerte". Recuerda que normalmente duran diez años, por lo que "todavía nos queda hasta 2018, año en que seremos medianamente felices o estaremos arruinados".
Al margen de la economía irregular que no aflora, la vicepresidenta del Colegio Oficial de Diplomados en Trabajo Social y Asistentes Sociales de Las Palmas, Elena Henríquez, remarca que los datos de la pobreza en Canarias "son reales" y alcanzan "niveles altísimos". "Eso se constata diariamente en cualquier organización social pública o privada", apostilla, al tiempo que incide en que es la red familiar la que contribuye a que sus parientes desfavorecidos "no caigan en una pobreza más grave". Henríquez señala que "cuando la gente asiste a sus servicios sociales municipales, que son los que tienen que garantizar la cobertura básica, se encuentran con que las ayudas o no están dotadas del presupuesto necesario o la burocratización les impide acceder a ellas en un plazo relativamente corto o correcto". La emprendeduría también ve cortada sus alas con medidas como el aumento de impuestos para los autónomos, que padecen "numerosas trabas para montar un negocio". Por su parte, la presidenta de la Plataforma de ONG de Voluntariado de Tenerife, Ester Asensio, plantea que el Gobierno de Canarias debe gestionar mejor las transferencias que recibe del Estado para garantizar los servicios sociales y "no echarle toda la culpa al Estado". La representante de la federación, que aglutina a 50 entidades sociales tinerfeñas, indica que la labor de las ONG es "impresionante, pero no pueden más, no dan abasto", debido a su falta de personal.
La Casa Hogar de la Obra Social de Acogida y Desarrollo de Las Palmas de Gran Canaria atiende cada día a unas 200 personas en su comedor, pero esta casa "ya se está quedando pequeña", afirma su coordinadora, Amayra Peñate, que trabaja con "los más pobres entre los pobres", un colectivo que ve que va creciendo. De hecho, nota "un incremento muy grande" en solicitudes de ayudas de alimento, vestimenta o para pagar alquiler, el agua o la luz. Ratifica que a la organización llegan cada vez más personas "normales, trabajadores que han llevado una vida normal, sin hábitos de riesgo, que vienen y tocan en la puerta". Le llama la atención el aumento de mujeres que se acercan a las dependencias, porque "antes no era tan visible". Observa que "hay sobrecarga dentro de las familias y hay personas que nunca han estado en la calle, pero están empezando a verse".