Tambem o jornalista do La Vanguardia, LALO AGUSTINA, ajuda-nos a perceber a dimensão desta polémica: "Los presupuestos generales del Estado para el 2010, y lo hizo con dos enmiendas de contenido social de IU-ICV y el BNG. Se trata de la recuperación de la deducción de los 400 euros para las rentas más bajas -que se eliminará para el resto de los contribuyentes- y del tipo impositivo que se aplica a los rendimientos del trabajo de los profesionales no residentes, que pasará del 24% al 43%. Esto último afecta, entre otros, a los deportistas de élite, pero sin carácter retroactivo, es decir, sólo para los que firmen sus contratos en el 2010. Ninguna de las medidas tendrá un gran impacto sobre las cuentas públicas, aunque en los dos casos servirán al Ejecutivo para explicar que los ricos pagarán más mientras se mantienen las ayudas a los más necesitados. Lo dijo ayer José Antonio Alonso, portavoz del PSOE: (La reforma) "beneficiará a los mileuristas y supone un ejercicio de justicia fiscal, sirve para fomentar la equidad fiscal en un momento de crisis económica seria". La reforma en curso ha sido contestada en algunos estamentos sociales, políticos y profesionales por ser regresiva, ya que incrementaba el esfuerzo fiscal sobre las clases medias o, por lo menos, no incidía en la progresividad que debe tener en teoría toda política impositiva. Para Heribert Padrol, socio especializado en fiscal del despacho Gómez-Acebo & Pombo, "el cambio de los 400 euros para las rentas bajas puede ayudar a quienes tienen más dificultad en llegar a fin de mes y beneficiará al consumo porque afecta a los que menos pueden ahorrar". Las dos principales medidas previstas en los presupuestos eran la eliminación de la deducción universal de 400 euros en el IRPF y el alza del IVA -del 16% al 18%, en el tipo general, y del 7% al 8%, en el reducido- a partir del próximo 1 de julio. El Gobierno también elevó los tipos que gravan las rentas del capital, del 19% al 21%. Ahora, el Ejecutivo vuelve sobre sus pasos en la eliminación de la deducción de los 400 euros, que se mantendrá íntegra para los que tengan la base imponible de su declaración de la renta por debajo de los 8.000 euros y sólo en parte para los que lleguen hasta los 12.000 euros. En conjunto, la excepción a la norma afectará a unos 2,7 millones de personas. La minoración de la recaudación será mínima si se tiene en cuenta que el Gobierno esperaba recaudar 5.700 millones más por la eliminación de la deducción a 17 millones de contribuyentes. Según el Ministerio de Economía. el coste será ahora de unos 535 millones al año. El segundo cambio fiscal operado ayer es, sobre todo estético. En virtud de la llamada ley Beckham, los profesionales no residentes con menos de cinco años de trabajo en España tributaban al 24%. Ahora tendrán ese tipo impositivo por los primeros 600.000 euros y, a partir de esa cifra, se les aplicará un 43%. Este privilegio fiscal estaba pensado para atraer al talento, sobre todo al empresarial y científico a España. Ayer, sin embargo, fue el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, José Luis Astiazarán, el primero en criticar la medida y en amenazar con boicotear la Liga para forzar al Gobierno a rectificar".
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"Los futbolistas con contrato en vigor mantendrán sus ventajas fiscales durante cinco años. La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha garantizado que los futbolistas de élite con contrato en vigor que ganen más de 600.000 euros podrán mantener sus actuales ventajas fiscales, cotizando sólo a un tipo del 24%, durante cinco años. Entrevistada en RAC1, la ministra quiso dejar claro que no teme la reacción de los clubes de fútbol tras la decisión del Gobierno de reformar la llamada ley Beckham, que otorga privilegios fiscales a los deportistas de élite, y señaló que el contexto de crisis desautoriza cualquier tipo de crítica.Ayer, el Gobierno rectificó en parte la reforma fiscal contenida en los presupuestos generales del Estado para el 2010 con dos enmiendas de IU-ICV y del BNG. Recuperó la deducción de los 400 euros para las rentas más bajas, que se suprime para el resto de contribuyentes, y modificó la norma según la cual a los profesionales no residentes con menos de cinco años de trabajo en España se les aplicaba un tipo impositivo del 24%. A partir de ahora tributarán al 24% por los primeros 600.000 euros que ganen al año y, superada esa cantidad, se les aplicará el 43%. Salgado recordó que la ley Beckham se diseñó pensando en atraer a científicos y creadores que podían permanecer en España por un tiempo limitado y subrayó que la reforma no tiene carácter retroactivo, sólo afectará a los contratos que se firmen a partir de enero de 2010. "Los contratos hechos hasta ahora en determinadas condiciones siguen vigentes en esas condiciones hasta los próximos años, hasta un total de cinco". La reacción airada del mundo del fútbol ha sido inmediata. Ayer mismo, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, José Luis Astiazarán, amenazó con boicotear el campeonato para obligar al Gobierno a rectificar, ya que, hasta ahora, la legislación española facilitaba la contratación de grandes estrellas por parte de los clubes españoles. Según la ministra, la situación actual "no es muy razonable" y considera que los clubes acabarán aceptando la modificación fiscal porque, aseguró, ha recibido una muy buena acogida de los ciudadanos. "Sería una medida que en absoluto entendería ninguno de los contribuyentes, ya que el cambio no tiene carácter retroactivo y además, en una situación de crisis económica, es todavía menos entendible esta actitud". Para Salgado, este cambio no afectará la calidad de la LIga, tal como afirma la LFP, que teme una caída del consumo de televisión de pago y de los ingresos fiscales que genera. "Estas argumentaciones serán contrastadas con la realidad. Seguirá siendo una Liga estupenda", zanjó la ministra.
El PP: "Demagogia fiscal"
El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, salió en defensa de la medida del Gobierno y, como la ministra, apeló a los tiempos de crisis: "Todo el mundo se tiene que apretar el cinturón". Al PP, en cambio, le escama. Su portavoz económico, Cristóbal Montoro, dijo que "es un gesto político de demagogia fiscal para que los ciudadanos se olviden de la subida del IVA que van a sufrir". (fonte: La Vanguardia)
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