Más allá de la política, la economía divide España de Norte a Sur en dos mitades ante el diferente desempeño de las comunidades. El Consejo General de Economistas publicó ayer un estudio en el que mide la distinta competitividad regional según varios parámetros. La comunidad más competitiva en 2016 pero también en todos los años de la crisis es Madrid, con un 71% más que la media. Le sigue País Vasco (que desde 2012 ha desbancado en el segundo puesto a Navarra, tercera en el ranking) y Cataluña (un 30% más competitiva que la media), en cuarto lugar al menos desde 2008, primer ejercicio al que se remonta el estudio. El efecto capital y los bajos impuestos explican el liderato de Madrid. Las últimas comunidades del ranking son Extremadura (un 53% por debajo de la media nacional), Andalucía (un 39,4% de distancia), Castilla-La Mancha (-30,55), Canarias (un 28,9% por debajo) y Murcia (un 25%), todas sureñas. Pese a que la crisis apenas ha variado el ranking, ello no quiere decir que no haya habido cierta convergencia regional en algunos casos estos años. Andalucía es, junto a Baleares, la comunidad que más ha mejorado su competitividad desde 2008: ha aumentado su atractivo un 27,4%, líder junto al 27,9% de Baleares. Entre las comunidades con una competitividad por debajo de la media, ambas regiones, junto a Canarias, Cantabria, Castilla y León y Comunidad Valenciana han elevado su pujanza desde 2008 con mayor rapidez que el resto, por lo que sus economías están convergiendo con las de las regiones más atractivas.
Extremadura es la única comunidad que empeora su competitividad frente al nivel de 2008, con un 7% menos, por lo que se aleja de las regiones ricas. Tampoco convergen Castilla-La Mancha (que elevó su competitividad un 12%) y Galicia (un 8%), que si bien mejoran su pujanza desde 2008, lo hacen menos que la media. Entre las regiones con mayor atractivo económico, Asturias (crece un 1,8%), Madrid (un 5,9%), La Rioja (un 7,6%) y Navarra (11,6%) crecen por debajo de la media en competitividad mientras que Aragón (13,4% más), Cataluña (14,95) y País Vasco (18,7%) la elevan por encima. Murcia crece al mismo ritmo, un 12,9%.
El ranking de competitividad se ajusta con bastante fidelidad al mayor o menor PIB per cápita entre comunidades. Al analizar el comportamiento desde el periodo de mayor crisis (entre 2008 y 2013) Castilla-La Mancha con un -29% de caída, Extremadura, con un -27%, y Valencia (-4%) fueron las regiones que más bajaron en este indicador. País Vasco (un -1%), Cantabria (-2,4%) y Baleares (un 2,6%), fueron las que menos cedieron en este periodo. Con la recuperación, Castilla-La Mancha, con un repunte desde 2013 a 2016 del 59%, Comunidad Valenciana (57%) y Andalucía (41%) fueron las que más dispararon su atractivo, influido por el turismo, la construcción y las exportaciones. La Rioja (un alza del 16%), Navarra y País Vasco (19% ambos) fueron las que menos elevaron su competitividad. Pese a que Extremadura creció un 28%, por encima de Madrid (23%) y Cataluña (24%), el repunte no es suficiente para compensar su hundimiento en los peores años de crisis. El estudio, coordinado por Juan Carlos Carlos Sánchez, profesor de Economía de la Universidad de Murcia, da puntuaciones a las distintas comunidades en base al Índice de Competitividad Regional (Icreg), que toma en cuenta siete variables agregadas: el entorno económico, empresarial e institucional, capital humano, el mercado de trabajo, las infraestructuras básicas y la innovación (fonte: ABC)
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